Las horas extras no remuneradas repuntan con fuerza en el año de la pandemia: 320 millones, un 6,3 % más

clara alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Un camarero monta una mesa en la terraza de un restaurante
Un camarero monta una mesa en la terraza de un restaurante Quique Garcia | efe

Los afectados dejaron de percibir 2.500 millones de euros y la Seguridad Social dejó de ingresar 750

12 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del coronavirus y el parón económico sufrido en el 2020 no ha evitado que las horas extra realizadas por los trabajadores españoles volviesen a repuntar con fuerza en el año de la pandemia. Según un informe de UGT, los asalariados realizaron en ese período un total de 320 millones de horas extra, un 6,3% más que en el 2019, que afectaron de media a 731.000 trabajadores, un 4,5 % del total.

De todas ese trabajo hecho a mayores no se pagó casi la mitad. Este «fraude laboral», como lo define el documento de UGT, ha provocado que los afectados dejasen de percibir 2.500 millones de euros. Y no solo afecta a los empleados. El sindicato denuncia que, por esta causa, las arcas de la Seguridad Social también dejaron de recaudar hasta 750 millones, un 1,6 % del déficit que se estima para este año. De hecho, apuntan a que podrían haberse creado algo más de 180.000 puestos de trabajo a jornada completa si no se hubieran realizado horas extra.

En actividades muy feminizadas

«Todo esto se explica por el aumento desproporcionado en actividades altamente feminizadas, como la educación, las actividades sanitarias y de servicios sociales o las actividades de los hogares, y porque las mujeres acaparan tres cuartas partes del empleo a tiempo parcial», según UGT.

Con todo, los hombres hicieron más extraordinarias a la semana que las mujeres en el 2020, con un 58% sobre el total. Sin embargo, ese porcentaje ha caído un 7,5 % respecto al 2019, el nivel más bajo de los últimos seis años, mientras que en las trabajadoras aumenta un 34,1 %. En el caso de las horas extra no pagadas, se elevan al 42,1%.

La educación presenta el registro más negativo: en el 2020, el 21,2% de ese trabajo a mayores sin abonar han tenido lugar en este sector (en la última década el porcentaje desciende a más de la mitad, con un 10,2 %). Además, un 93 % de las horas extra realizadas en educación no fueron remuneradas. Algo similar ha ocurrido en las actividades sanitarias y de servicios sociales, que han pasado de acumular un promedio sobre el total del 4,4 % en la última década a un 8,6 % en el 2020.

En total, y según indican desde UGT, «las horas extras han aumentado allí donde la pandemia no ha impedido poder seguir trabajando», destacando las ocupaciones militares, los técnicos profesionales científicos e intelectuales y los empleos contables, administrativos y otros empleados de oficina.

Comportamiento estructural

«Lo sucedido en el 2020 refleja las particularidades de un año atípico, pero también un comportamiento estructural de nuestro país: las horas extra se utilizan como instrumento discrecional de la jornada, amparándose en la elevada precariedad laboral y en los bajos salarios existentes», critican desde el sindicato.

UGT propone renovar el modelo productivo con el dinero de Europa

La reforma laboral del 2012 es, a juicio de UGT, uno de los factores que explican el incremento de horas extra «por el debilitamiento de la negociación colectiva y el incremento del poder discrecional de las empresas». Con este telón de fondo, no solo solicitan al Gobierno su derogación, sino también destinar más recursos a la Inspección de Trabajo para controlar con mayor garantía el cumplimiento de las jornadas pactadas. Del mismo modo, señalan que «se debe extender y mejorar el registro horario en el marco de la negociación colectiva». Más a largo plazo, plantean aprovechar los fondos europeos para renovar el modelo productivo español, trazando estrategias que impulsen una gestión más eficiente de las plantillas.

«Hay que adoptar medidas para redistribuir los trabajos, tanto los remunerados como los domésticos y de cuidados y contemplar una reducción de la jornada laboral, rompiendo el estancamiento que vivimos desde que se lograse aprobar la jornada de 8 horas», insisten.