El apagón de surtidores públicos funde el acelerón del coche eléctrico en Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Los puntos de recarga se concentran en áreas urbanas de la fachada atlántica

08 feb 2023 . Actualizado a las 18:34 h.

El vehículo eléctrico es el futuro. Pero en el presente son coches todavía caros, a pesar de las ayudas que hoy entran en vigor, y que bonifican con 7.000 euros la compra de un modelo electrificado, a cambio de achatarrar un coche de más de 7 años.

Echa para atrás el precio (30.000 euros de media), pero también otros factores, como el disponer de una autonomía aún limitada y la necesidad tener un enchufe a mano. Esa es la opinión generalizada que existe sobre estos modelos en el mercado, y lo que explica que, cuando toca cambiar de coche, los conductores aún sigan apostando mayoritariamente por los motores de combustión, aunque la brecha se vaya acortando progresivamente.

El pasado mes de marzo, uno de cada cuatro modelos comprados en Galicia fue un eléctrico o híbrido enchufable. En los tres primeros meses del 2021 se han vendido 249 unidades eléctricas puras (un 23 % más que el año pasado) y 1.343 híbridas (un 43 % más). «Es el mayor incremento de la historia, lo que indica que, aunque moderadamente, las nuevas tecnologías van integrándose en nuestro parque automovilístico, aportando, sobre todo a los centros urbanos, una movilidad más sostenible, limpia y segura», dicen los fabricantes.

El mercado indica que los conductores gallegos están preparados para el coche eléctrico, pero ¿y las carreteras y las ciudades? ¿Lo están? Los propietarios de estos vehículos pueden instalar el punto de recarga en su propia casa o en la plaza de garaje del edificio. Pero el crecimiento de la demanda exige su habilitación en espacios públicos, autopistas y autovías.

Crecimiento lento

Los ingenieros del Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) recuerdan que «Galicia fue pionera en España en el despliegue de infraestructuras de alimentación eléctrica». Citan a Bluemovility (participada por Gas Natural) que en el año 2010 desarrolló con el propio CTAG la tecnología para la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos para toda España. Fue en plena crisis, el mercado no despegó como se esperaba y la firma fue a liquidación en el 2014. Ese año, Galicia contaba con 190 puntos de recarga para vehículos eléctricos. A día de hoy la cifra es de 230, según el barómetro de electromovilidad de Anfac, la patronal española de fabricantes de coches, con datos de diciembre del 2020.

España -y por comunidades Galicia- continúa estando bastante lejos de la media europea en lo que a movilidad eléctrica se refiere, según reflejan los datos del barómetro de Anfac. Hasta 12 regiones se colocan por encima de Galicia en infraestructuras de recarga, situándose en cabeza Cataluña y Madrid.

Importa la cantidad pero también la calidad. Y es que de las 230 instalaciones públicas contabilizadas en la comunidad, la mayoría son de recarga lenta, y requieren más de 3 horas para reponer el 100 % de la batería eléctrica. Según el barómetro de Anfac, 14 de los surtidores completan la carga en 40 minutos y no existe ningún recargador rápido. La mayor parte de la red se localiza en áreas urbanas y se extiende por la fachada atlántica. 

Reticencias

«Todavía faltan muchos puntos de recarga; es lo que más reticencias genera a quienes se quieren comprar un auto con batería», asegura Salvador Ejarque, presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE). La patronal de los fabricantes (Anfac) explica que hay unos 8.500 lugares para cargar estos vehículos en carreteras y vías públicas, pero con una distribución desigual: muchos están en las grandes ciudades y pocos en las autovías y zonas menos pobladas. El Gobierno se ha puesto el objetivo de multiplicar esta cifra por siete en menos de tres años y lograr que haya 60.000 en el 2023.

Más de 2.000 millones hasta el 2023 para el despliegue por toda España

La falta de puntos de recarga va a cambiar en breve gracias a los planes de las empresas, impulsados por los fondos Next Generation europeos, a los que Galicia concurre con un proyecto abanderado por el clúster Ceaga. Esperamos un crecimiento muy sustancial en los próximos años», explican desde Transición Ecológica, ministerio que destinará 2.000 millones de esas subvenciones a movilidad eléctrica en tres años. En ese período, Iberdrola quiere multiplicar por 10 sus 1.000 puntos actuales en toda España; Endesa planea cuadriplicar sus 2.000 localizaciones y Naturgy pretende crear 1.000 surtidores públicos.