La pandemia deja a Galicia con 13.621 afiliados menos y 14.490 parados más

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo Parra

Todavía quedan 34.759 trabajadores en ERTE que no saben cuándo se reincorporarán al mercado laboral

06 abr 2021 . Actualizado a las 21:25 h.

El agujero que ha dejado la pandemia en el mercado laboral gallego es profundo, aunque el peor de los escenarios, el de los despidos colectivos masivos con los ERE y el cierre en cadena de empresas, se ha evitado gracias a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Al menos de momento. Aún así, la comunidad hace recuento de la bajas y las cifras indican que Galicia tiene hoy 13.621 afiliados menos que antes del estallido de la pandemia y  14.490 parados más

En febrero del 2020, cuando aún se debatía sobre la conveniencia o no de llevar mascarilla para protegernos de un virus «similar a a gripe», la comunidad contaba con 1.012.354 trabajadores en activo. Pero según los datos publicados hoy por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, los afiliados están al cierre del mes de marzo del 2021 por debajo del umbral del millón (998.733). 

Lo mismo ocurre con los parados. Aunque los ERTE han sido el gran salvavidas al que se ha podido aferrar la economía gallega para evitar el derrumbe del mercado laboral, la comunidad despidió el mes de marzo con 180.719 parados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Son 14.490 más de los que había en el mes de febrero del 2020, antes de que comenzara a cascada de confinamientos y restricciones que se alargan hasta hoy. 

La cicatriz en el empleo podría ser mayor si la campaña de vacunación sufre nuevos traspiés. En Galicia todavía hay 34.759 trabajadores en ERTE, a la espera de poder reincorporarse a sus puestos. Están lejos de los 235.944 que se llegaron a registrar el 11 de mayo del 2020, pero preocupan por su carácter crónico y porque algunos no forman parte de los sectores más afectados, como el turismo. ¿Es un indicativo de que podría haber empresas en defunción ocultas tras el velo de los ERTE? El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, reconoció esta mañana que hay trabajadores de sectores que ya deberían haber recobrado la normalidad que siguen bajo estos esquemas de protección del empleo, aunque cree que el hecho de que estén en ERTE y no hayan sido despedidos es una buena señal: «Las empresas lo tienen sencillo. Si no son capaces de resistir, pueden cerrar el negocio. Pero no lo están haciendo, ven que hay un horizonte», aseguró. 

Pero lo cierto es que tanto a Galicia como a España les está costando mucho reabsorber  a estos trabajadores al llegar a cierto umbral: los 33.000 para Galicia y los 700.000 para España, que cerró marzo en los 743.628. El secretario de Estado de Trabajo y Economía en el Gobierno, Joaquín Pérez Rey, confía en que la mejora en los datos de empleo del mes pasado se consolide a medida que avance la vacunación y se acerque la temporada estival, mucho más favorable para el empleo. No será fácil dar carpetazo a una pandemia que se ha llevado por delante 703.593 puestos de trabajo (401.328 en el último año). En febrero el 2020 había 3.246.047 desempleados en España. Aunque se ha logrado mantener a raya el umbral psicológico de los 4 millones, superado en el mes de febrero, hoy todavía hay 3.949.640 parados. También las afiliaciones se han resentido. Antes del estallido de la pandemia había 19.029.433 trabajadores inscritos en la Seguridad Social, una cifra que en el mes de marzo del 2021 se sitúa por debajo, en los 18.920.902.  

 Un mes de marzo atípico 

La factura de la pandemia, al margen de la que está oculta en forma de moratorias y deudas que no se podrán pagar, se va reduciendo muy poco a poco en el mercado de trabajo. El mes de marzo fue en su conjunto positivo para Galicia, que registró 4.509 personas desempleadas menos. La caída del paro (2,43 %) fue la mayor de un mes de marzo y la segunda más pronunciada en el conjunto de España (1,48 %). Las afiliaciones a la Seguridad Social también crecieron (4.704), hasta las 998.733 y el desempleo cayó en las cuatro provincias, en todos los sectores y en todos los tramos de edad. 

La lectura, tanto del Gobierno como de la Xunta es positiva. Pero hay señales que todavía preocupan y esas asoman por el flanco de las afiliaciones. Marzo ha sido un mes atípico para lo que solía ser. En el 2018 en Galicia se registraban 6.395 nuevas altas, hasta 1.886 más que las de este año. A pesar de ser un mes en el que se suele crear empleo, el ritmo se ha reducido con respecto a otros años. Y no solo eso. 

Las cifras del último día de marzo apuntan a una caída significativa de las afiliaciones. En esa jornada se dieron de baja 2.485 trabajadores gallegos (640 en A Coruña, 96 en Lugo, 200 en Ourense y 1.741 en Pontevedra. Lo mismo ocurre con el conjunto de España. El número de afiliados medios en marzo alcanzó los 18.920.902, pero el último día de marzo se dieron de baja en la Seguridad Social 190.960 personas. ¿A dónde han ido? La culpa la tiene, una vez más, la alta temporalidad y rotación en los contratos. Aunque Arroyo aseguró que 120.000 ya se habían recuperado el primer día de abril, lo cierto es que al Gobierno le preocupa esa inestabilidad laboral: «No es buena para la productividad, ni para las empresas ni los trabajadores. No es algo para estar orgullosos», deslizó.  

El Gobierno niega que el descenso en el número de parados tenga que ver con las dificultades de inscribirse en el SEPE tras el ciberataque sufrido. El Ejecutivo garantiza que los desempleados cobrarán sin retrasos sus prestaciones.

Negociaciones

La patronal CEOE y los sindicatos piden alargar los ERTE hasta final de año en vista de los débiles datos de empleo. Pérez Rey avanzó que habrá una reunión el miércoles 14 de abril para analizar qué modelo se adoptará después del 31 de mayo. Los ministros de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, defienden premiar con exenciones a quienes reincorporen trabajadores.

Temporalidad

A pesar de ese borrón que pone en entredicho el optimismo en torno al despegue de la recuperación, lo cierto es que algunos parámetros van mejorando. La temporalidad ha descendido en los nuevos contratos firmados y se abren paso los indefinidos, que en el mes de marzo fueron el 14,76 % del total de los firmados. Sigue siendo un porcentaje muy pequeño, pero mejora incluso el de los mejores años de la recuperación. ¿A qué se debe este repentino gusto de las empresas por el contrato indefinido? A las inspecciones de Trabajo. «Efectivamente, parte del crecimiento se debe a acciones de inspección y el uso de la herramienta de lucha contra el fraude que hace que buena parte de la transformación de los contratos sea voluntaria. Se hace a petición de la inspección y la empresa lo hace de forma voluntaria», aseguró Pérez Rey, quien cree que «hay enormes bolsas de fraude que tienen que ser combatidas» cuando se abusa, sin necesidad, de este tipo de contratación.