La reforma de las pensiones se atasca por la «cerrazón» de Escrivá a aceptar cambios

Lucía Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Juan Carlos Hidalgo

Los agentes sociales advierten que la «postura inflexible» del ministerio hace inviable un acuerdo en el corto plazo

24 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La reforma de las pensiones, una vez más, vuelve a hacerse de rogar, y la negociación que mantiene el Gobierno con los agentes sociales desde hace ya cuatro meses para aprobar al menos una primera tanda de las medidas recomendadas por el Pacto de Toledo está en la actualidad «atascada», según explicaron fuentes cercanas a la mesa tripartita.

La reunión que mantuvo el pasado lunes el secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, con representantes de la patronal y los sindicatos volvió a constatar el «bloqueo» en el que se ha instalado la negociación, en la que no se produjo «ningún avance», según esas fuentes. Desde el ministerio, no obstante, lo niegan y destacan el buen clima, que esperan «dé frutos en las próximas semanas».

Las razones de esta parálisis son básicamente dos: en primer lugar, la negativa del Gobierno a ampliar el temario de la negociación para permitir que se encuentren en ese marco más amplio las contrapartidas y compensaciones que requieren las cuestiones que el propio ministerio planteó al inicio del proceso; y, en segundo lugar, la «cerrazón» del departamento dirigido por José Luis Escrivá a la hora de negociar sus propuestas y planteamientos. «A pesar de que insiste en lo contrario, en su flexibilidad, lo cierto es que los mínimos movimientos realizados muestran que mantienen posturas inflexibles en todos los puntos», deslizan los agentes sociales.

«Pocas tablas» negociando

Los agentes sociales acusan a los interlocutores gubernamentales de tener «pocas tablas» en el diálogo social y «poco aprecio» por la negociación, y advierten al Ejecutivo que «si no hay un cambio en las posiciones, no se podrá alcanzar un acuerdo en el corto plazo».

Inclusión estableció en la mesa un calendario de temas para abordar en esta primera fase, entre los que se incluyen la nueva fórmula de revalorización de las pensiones, medidas para retrasar la edad efectiva de jubilación -como penalizar más el retiro anticipado voluntario o prohibir la jubilación forzosa en los convenios-, así como un nuevo diseño para incentivar la jubilación demorada y la senda para que el Estado asuma todos los gastos impropios del sistema.

Los agentes sociales se lamentan de que Escrivá «sigue empecinado» en mantener este guion impuesto, sin dar ningún margen para ampliarlo ni modificarlo. Así, denuncian que introdujo de forma «unilateral temas innecesarios en este momento inicial», lo que ha impedido alcanzar un acuerdo rápido. Desde UGT y CC.OO. exigen que se derogue completamente y de forma estricta la reforma del PP, para poner fin a dos elementos controvertidos como el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad, que el ministro se niega a eliminar en esta fase de negociación. Además, urgen a culminar el proceso para terminar con el déficit de la Seguridad Social. Los sindicatos inciden en que se trata de cuestiones que no plantean ningún problema, lo que habría dado lugar a un acuerdo rápido hace ya meses.

Sin embargo, los agentes sociales denuncian que Escrivá mantiene «contra viento y marea cuestiones distorsionantes», como son los descuentos en la revalorización anual de las pensiones cuando la inflación sea negativa, que pretende introducir con la nueva fórmula en la que propone absorber las ganancias de poder adquisitivo en tres años; y medidas para elevar la edad efectiva de retiro u otras como la ampliación del período de cálculo de las pensiones.

«Todo esto ha conducido a una situación en la que el proceso ha perdido su perspectiva y ha entrado en bloqueo», aseguran los agentes sociales, que acusan al ministerio de amenazar con cerrar el proceso con una fecha fija, incluso sin acuerdo, y chantajearles con que estas reformas son necesarias para que Bruselas libere los fondos europeos.