El Banco de España pide más provisiones frente a la crisis
Con las conclusiones del informe del Parlamento Europeo coincide el Banco de España. Igual que Estrasburgo, pide a las entidades financieras un «esfuerzo importante» en provisiones este año para afrontar el aumento de morosidad que se espera por la crisis.
Así lo planteó hace un par de días la directora general de Supervisión del organismo, Mercedes Olano, durante la presentación de la memoria anual de supervisión, advirtiendo de que la incertidumbre sobre el alcance de la crisis sanitaria sigue siendo «muy elevada».
Aunque el Banco de España reconoció que durante el pasado año las entidades ya dotaron importantes provisiones (prácticamente 24.000 millones entre los seis mayores bancos del país), insistió en que aún necesitarán un colchón mayor.
El fantasma de la morosidad
¿Cuánto? Dependerá de lo que suba la morosidad, que al cierre del 2020 estaba en el 4,51 %, su menor nivel desde abril del 2009. Para alcanzar las cotas de la última crisis, la mora tendría que multiplicarse por tres, como recordó Olano.
Pese a que no se espera tal escenario, toda precaución es poca, por lo que insistió en que este año los bancos tendrán que seguir provisionando. «No somos capaces de anticipar hasta dónde va a llegar la crisis y cómo va a impactar» en términos de morosidad, dijo.
Agilizar las liquidaciones
También hay sintonía plena con el análisis del Parlamento Europeo en lo que respecta a la necesidad de no malgastar recursos en las empresas zombis y destinarlos a las compañías viables pero con problemas de solvencia. En la carta que sirve de introducción a la memoria de supervisión, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se felicita por el paquete de ayudas directas para empresas aprobado hace una semana por el Gobierno, y pide que se evalúe «permanentemente el volumen de fondos comprometidos» a la luz de la evolución de la pandemia. En el caso de las compañías no viables, considera necesario agilizar los procesos de liquidación, para evitar que se consuman recursos que podrían ser más beneficiosos en otras actividades efectivamente viables.