Inditex: tres entre 176.000

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN

ECONOMÍA

María Pedreda

14 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Amancio Ortega Gaona es Ortega -para los más cercanos- o señor Ortega para todos los que trabajan en la compañía y están próximos a él. Su ascendencia entre los suyos dicen que impresiona; quizá sea, reconoce un amigo muy próximo, porque su única pasión es la empresa. El dinero le viene añadido. ¿Qué necesidad tiene Ortega de seguir preocupado con una compañía que este año solo en dividendos le va a aportar 1.308 millones? Hay quien cogería el dinero y correría. Nada más lejos de su intención, si es la misma que viene demostrando desde 1963, año en el que fundó la multinacional. Y eso que compradores para su participación en Inditex (tiene el 60 % de las acciones) no le faltarían. Tadashi Yanai, excéntrico hombre de negocios japonés fundador de Uniqlo, bien podría ser uno de los interesados, teniendo en cuenta su obsesión por lo que hace el gallego.

El presidente de Inditex es Pablo Isla, mano derecha del primer accionista. Ha sido reconocido el mejor ejecutivo del mundo por la Harvard Business Review. Es discreto, como su jefe, y dicen que tímido. Sus apariciones en los medios son contadas y muy medidas, y pese a todo, es curioso observar cómo los periodistas, en las ruedas de prensa, lo tutean (no ocurre con los máximos líderes de otras compañías líderes). Quizá sea por la proximidad que él mismo marca. En los temas personales nunca profundiza, aunque sean de interés y tenga oportunidad de contar. «¿Cuál ha sido su peor momento en esta pandemia?», se le preguntó. Desde el inicio hasta Semana Santa, tiempo marcado por una brutal incertidumbre, dijo. Y a partir de ese momento subrayó la vorágine de trabajo a la que se vio sometido. Como por arte de magia, abordó la situación desde otra perspectiva y -aunque no lo expuso explícitamente- dio la sensación que el covid se había presentado en su vida profesional como un nuevo reto. Aceptó el desafío (quizá fuese lo más inteligente, teniendo en cuenta que no había más salidas) e Inditex optó por acelerar los procesos tecnológicos. Para hablar hoy de la multinacional hay que conocer lo que es la IOP (Inditex Open Platform), clave para su digitalización. Se trata de la plataforma que le permitió no colapsar en los peores momentos de la pandemia, cuando los pedidos on-line representaban el 100 % de sus ventas.

Isla, que descartó que Inditex fuese a recurrir a los fondos europeos para acometer proyectos, atajó con un mensaje que parecía dirigido a los gestores del país: «La posibilidad de recibir fondos puede ser muy importante para impulsar la recuperación de España, pero no nos podemos olvidar de lo que nosotros [como país] tenemos que hacer internamente para mejorar la competitividad». Todo un reto para los políticos que gobiernan.

Carlos Crespo es consejero delegado de la compañía. Lleva trabajando con Isla desde que este llegó a la empresa, en el 2005. Esta semana, por primera vez desde que ascendió al cargo (2019), habló ante los medios. Sus áreas fuertes: sostenibilidad, tecnología y transformación digital, tres patas sobre las que pivota la estrategia de la multinacional que en cuatro años casi triplicó sus ventas on-line (6.612 millones), recibió 5.300 millones de visitas en sus tiendas en red, tiene 132 millones de apps activas y en redes sociales la siguen 200 millones de personas.

Ortega, Isla y Crespo tienen un equipo de más de 176.000 personas. En meses, si la pandemia lo permite, serán más.