La edad media de coches alcanza los 12,7 años, la de los camiones llega a los 14,7
06 mar 2021 . Actualizado a las 14:00 h.La edad media de los vehículos españoles sigue envejeciendo. La resistencia a cambiar de coche y las dificultades para poder hacerlo en plena transición hacia la movilidad eléctrica ha hecho que las familias aplacen el momento de sustituirlo. Y eso está pesando en la edad media del parque de vehículos en España, situado entre los más antiguos de la Unión Europea (UE), según Efe.
Turismos, furgonetas y camiones son más viejos que los de los países vecinos. No ocurre lo mismo con el segmento de autobuses, que se sitúa por debajo de la media europea. La edad media de los automóviles en la UE es de 11,5 años, mientras que la de los vehículos comerciales es de 11,6, y la de los camiones es de 13. Los autobuses alcanzan ya los 11,7 años, según los últimos datos de la patronal de fabricantes europeos ACEA, correspondientes al 2019. ¿Qué ocurre con España? Los coches tienen de media 12,7 años; las furgonetas, 13; los camiones, 14,7 y los autobuses, 10,9.
Los más viejos
Si se analizan los datos correspondientes a los turismos, solo los parques automovilísticos de Portugal (12,8 años de media), Hungría (13,5), Eslovaquia y Letonia (ambas 14), Polonia (14,1), República Checa (14,9), Grecia (16), Croacia (16,4), Rumanía (16,5), Estonia (16,7) y Lituania (16,8) superan a España en edad. Son los más viejos de la UE.
Las cosas cambian mucho al pasar la lupa a las principales potencias europeas. En Austria, la edad media se sitúa en los 8,3 años. En Dinamarca en los 8,8. Los turismos en Irlanda apenas llegan a los 8,4 años. Les siguen países como Bélgica (9,1), Alemania (9,6), Suecia (10), Francia (10,2), Italia (10,4), y algo más alejados Países Bajos (11,6), Eslovenia (11,7) y Finlandia (12,2).
En el parque de vehículos comerciales, los países que tienen furgonetas con una edad media mayor que la española son Eslovaquia (13,8 años), Portugal (14,5), Estonia (15,5), Rumanía (16,3) y Grecia (19). Los menores índices corresponden Austria (6,2 años) y Alemania y Dinamarca (ambas 8,1 años), seguidas de Suecia (8,4), Bélgica (8,6) e Irlanda (8,8).
Los años también pesan en la flota de camiones. Por encima de la cifra española se sitúan Portugal (14,9 años), Bélgica (15,8), Rumanía (16,1), República Checa (17,2), Estonia (18) y Grecia (21,2). Donde los camiones acumulan menos años de servicio son en Austria (6,4), Francia (9,3), Eslovenia (9,4), Alemania (9,5) y Holanda (9,6).
España sale algo mejor parada cuando se compara la edad media de los autobuses, ya que se sitúa por debajo de los 10,9, frente a los 11,7 de la UE. Solo le aventajan Austria (4,8 años), Suecia (6,6), Francia (7,2), Alemania (8,5), Holanda (9,3) y Dinamarca (10,1). En el extremo contrario destacan Grecia (19,9 años de media), Polonia (15,6), Portugal (15,1) o República Checa (14,9)
El número de automóviles en circulación sigue creciendo en Europa. A cierre del 2019 había 242,7 millones en contraste con los 211,3 millones en el 2010 y los 236,6 millones del 2018.
Recetas para rejuvenecer la flota
Las asociaciones más representativas de la industria de la automoción, la de fabricantes Anfac, de la concesionarios Faconauto y la de vendedores Ganvam, coinciden en que para retirar los vehículos más antiguos de las carreteras es necesario un nuevo Plan Renove.
La última edición fue la de 2020, marcada por la urgencia de la pandemia y la necesidad de inyectar ayudas al sector. Finalizó el pasado 31 de diciembre y contó con un presupuesto de 250 millones de euros, de los que 200 millones iban destinados a la compra de automóviles (contemplaba ayudas de entre 450 y 4.000 euros), 25 millones para furgonetas ligeras (de 2.100 a 4.000 euros), 20 millones para autobuses y 5 millones para motocicletas (de entre 200 y 700 euros).
Para poder beneficiarse del Plan Renove 2020 el requisito indispensable era la entrega de un vehículo en propiedad a achatarrar (de más de 10 años si era un coche y de más de 7 si era una furgoneta), lo que hizo que algunos compradores desistiesen. Eso hizo que 200 millones del presupuesto se quedasen sin aprovechar, según denuncia Ganvam. Los resultados, según las cifras del sector, fue un fracaso.
También las patronales piden que se revise la fiscalidad del automóvil. Lo que proponen es que se pague una tasa anual en función de las emisiones de CO2 y que se acabe con el impuesto de matriculación; que los eléctricos no tengan IVA (aceleraría la demanda de estos) y el de los híbridos enchufables sea reducido.
