Los autónomos podrán elegir su cuota mensual pero a final de año deberán regularizarla según sus ingresos

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Chema Moya

Las restricciones de la tercera ola elevan por encima del medio millón las prestaciones por cese de actividad

27 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía sin superar la tercera ola de la pandemia, el Ministerio de Seguridad Social presentó ayer a los interlocutores sociales su propuesta, aún vaga y sin concretar, de lo que quiere que sea el nuevo sistema de cotización por ingresos reales.

El modelo que quiere implantar el ministro José Luis Escrivá será flexible y con 13 tramos de cotización en base a los rendimientos netos (descontando de la facturación los impuestos y gastos), aunque falta por definir las cuantías de cada escalón. Así, cada autónomo podrá elegir libremente en qué tramo cotizar mes a mes, pero a final de cada ejercicio fiscal tendrán que hacer una regularización, es decir, actualizar esa cotización para pagar la diferencia en caso de que sus rendimientos superen el tramo o, por el contrario, si han pagado de más, la Seguridad Social les devolverá el exceso.

La fecha de implantación del nuevo sistema aún no está definida, aunque la idea que maneja Escrivá es que se ponga en marcha el año que viene de forma progresiva, aunque algunas de las partes implicadas advierten que será difícil que esté operativo antes del 2023.

En la actualidad, 1,3 millones de autónomos tienen unos rendimientos netos por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI) y, por tanto, su cuota bajaría con el nuevo sistema. Sin embargo, hay 600.000 por encima de los 25.000 euros netos al año que, previsiblemente, tendrían que tributar más, ya que muchos cotizan actualmente por la mínima.

Medio millón cobran ayudas

Y mientras tanto, el número de autónomos en apuros económicos se dispara a consecuencia de la tercera ola. Las restricciones impuestas para frenar los contagios ha elevado por encima del medio millón (511.331 ) el número de trabajadores por cuenta propia que se han acogido a alguna de las prestaciones por cese de actividad habilitadas por la Seguridad Social. Son casi 200.000 más subsidios que en enero y prácticamente el doble de los que había en la segunda ola. Así, de los 3,25 millones de autónomos, prácticamente uno de cada seis reciben una ayuda del Estado.

El fuerte incremento de prestaciones también se debe a que la nueva prórroga aprobada a final del mes pasado flexibilizó las condiciones para acceder a las ayudas. Así por ejemplo, se rebajó el requisito de caída de la facturación al 50 %, en lugar del 75 % que se exigía antes.

El nivel máximo de protección a este colectivo se registró en junio del año pasado, cuando más de 1,4 millones de autónomos llegaron a cobrar una prestación de la Seguridad Social. Con la llegada del verano y el fin del estado de alarma, la cobertura se desplomó y en julio, agosto y septiembre las prestaciones oscilaron entre 140.000 y 150.000. La llegada de la segunda ola volvió a elevar progresivamente el número de autoempleados con subsidios y tocó un máximo en noviembre, cuando 355.000 eran beneficiarios de algún tipo de ayuda estatal a causa de la covid. En febrero se sobrepasó con creces esta cifra y se marcó la segunda mayor cobertura durante la pandemia.

Gasto disparado

Y, lógicamente, el gasto también se ha disparado. La Seguridad Social dedicó al pago de estas prestaciones 398,86 millones de euros, 115 millones más que en enero. Desde el comienzo de la pandemia el Estado ha desembolsado ya más de 8.100 millones para aliviar la situación financiera de los autónomos. Concretamente, se han abonado prestaciones por un valor de 5.572,74 millones de euros, al tiempo que la Seguridad Social ha exonerado cuotas a este colectivo por un valor superior a los 2.600 millones de euros.

Los trabajadores por cuenta propia pudieron acogerse en febrero a cuatro tipos de ayudas que estarán vigentes hasta el próximo 31 de mayo. Así, la inmensa mayoría, 361.720, recibieron la prestación para autónomos compatible con la actividad, destinada a aquellos trabajadores que han visto disminuida su facturación de manera notable, y que tiene una cuantía equivalente al 70% de su base de cotización (661 euros si cotizan por la base mínima) Un mínimo de 480 euros (el 50% de su base reguladora) cobraron en febrero los 81.139 afiliados que están afectados por una suspensión temporal de toda la actividad a causa de una resolución de la autoridad competente, una cifra que se ha multiplicado por tres respecto a enero.

Además, casi 57.000 emprendedores fueron beneficiarios de una ayuda que se puso en marcha para cubrir a aquellos trabajadores que no cumplen los requisitos para acceder a esa prestación compatible con la actividad, por ejemplo por tener una tarifa plana o no haber cotizado durante los últimos doce meses. Por último, apenas 1.763 autónomos de temporada se acogieron a esta nueva prestación.