El nuevo oro negro de las teleco: las torres de telefonía

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

Las grandes operadoras venden las antenas para hacer caja y compartir las estructuras, imprescindibles para desplegar 5G

16 feb 2021 . Actualizado a las 17:10 h.

Una fiebre vendedora aqueja a las grandes operadoras de telecomunicaciones: se están desprendiendo de sus torres de telefonía. No porque no las necesiten o ya no valgan para nada. Al revés. Las antenas son más necesarias que nunca, fundamentalmente para el nuevo despliegue de la tecnología 5G en el que todas andan embarcadas. ¿Entonces? ¿Qué les ocurre? Julio Sánchez Agrelo, decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de Galicia, explica que lo que les pasa es que necesitan hacer caja para reducir su abultada deuda. Eso, para empezar. Para continuar, que las compañías tienen que compartir infraestructurar para optimizar las inversiones. Y es que eso de que cada operadora levantase sus propias torres -y pelease contra la fuerte oposición vecinal que generan esas estructuras- es cosa del pasado. «El 5G conllevará mayor densidad de antenas y va a obligar a que todos compartan todo para sacar mayor partido», avanza Agrelo.

Así que lo están haciendo es segregar la división de torres de telefonía en empresas separadas de la principal y sacándolas al mercado. Venden los activos y luego los alquilan. Así se olvidan también del mantenimiento. Es como tener un piso en alquiler o en propiedad. En el primer caso, ante cualquier problema, el casero se encarga de todo.

La última en hacer caja ha sido Telefónica, que cobrará la friolera de 7.700 millones en efectivo por la venta de 30.700 torres de telefonía móvil en Europa y Latinoamérica a American Towers. Es decir, a 250.000 euros por unidad. «Es una barbaridad», reconoce Sánchez Agrelo, quien avanza que habrá un antes y un después de esa operación, que ha revalorizado las torres.

Los activos de Telefónica están en su filial Telxius, en la que, además de la teleco, participan el fondo de capital riesgo KKR, que recibirá 3.080 millones por la venta de su 40 %; y Pontegadea, sociedad patrimonial de Amancio Ortega, que ingresará unos 770 millones por el 10 %.

Tanto Vodafone como Orange han creado ya filiales para segregar el negocio y seguir la estela de Telefónica. La segunda operadora ya se desprendió de 1.500 antenas a cambio de 260 millones. O sea, a 173.000 euros cada una. El comprador fue Cellnex, una empresa española de servicios e infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas que se está convirtiendo en el principal casero de las teleco. Lleva años llenando su cartera de torres de telefonía a precios asequibles y ya suma 100.000 emplazamientos en toda Europa. La operación de American Towers encarecerá futuras adquisiciones.

Vodafone, a través de TowerCo, también sacará al mercado 9.300 torres en España. Además, Telefónica conserva todavía buena parte de ellas tras la operación reciente.

Agrelo avanza que tras las torres llegará la venta de las infraestructuras de fibra. MásMóvil ya exploró ese negocio tras alcanzar un acuerdo con Macquarie y Aberdeen para desprenderse de 940.000 accesos de fibra óptica por 218,5 millones.

El principal accionista de Euskaltel, el fondo Zegona, defendió una operación similar para la operadora del norte -dueña de la cablera gallega R-, aunque, de momento, no se ha producido.

En España hay unos 40.000 emplazamientos de torres de telefonía que albergan unas 150.000 antenas.