Galicia perdió el 30 % de sus ventas a EE.UU. durante los 4 años de Trump

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

MARTINA MISER

Los sectores afectados por los aranceles, expectantes ante la nueva era Biden

01 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El cambio al frente de la Administración estadounidense abre un escenario esperanzador para los exportadores gallegos más afectados por el fuerte proteccionismo impuesto por el expresidente Donald Trump. Hay motivos para estar preocupados. En octubre del 2019, el líder republicano impuso una serie de aranceles por valor de 7.500 millones de dólares a bienes de la Unión Europea, y el impacto de esas tasas tocó de lleno a las economías de Alemania, Francia, el Reino Unido y España, y directamente también a las ventas de Galicia. El balance del comercio exterior de la comunidad gallega durante los cuatro años de Administración Trump es demoledor. Muestra una contundente caída de las exportaciones a EE.UU. al pasar de los 580 millones de euros facturados en ventas al mercado norteamericano en el 2017, a los 368 millones del 2020, en el que falta por computar el balance del mes de diciembre.

La comparación de los 11 primeros meses del 2017 (515 millones) con el período enero-noviembre del 2020 arroja una caída de las exportaciones del 30 %. No se puede obviar que en este descenso hay un impacto directo de la crisis desencadenada por la pandemia del covid-19. Pero el daño de la política proteccionista implantada en la era Trump, con aranceles que penalizaron hasta con un 25 % importantes exportaciones gallegas, es irreparable. Y prueba de ello es que, según la estadística de comercio exterior del Ministerio de Industria y Comercio, en octubre del 2017, cuando arrancó la nueva política arancelaria, Galicia vendía productos a EE.UU. por valor de 51,7 millones. A partir de ese momento, las exportaciones comenzaron a descender de forma progresiva durante los meses previos a la pandemia y en octubre del 2020, justo un año después apenas sumaban 31 millones.

De ahí que la llegada de Biden haya sido recibida por parte de los sectores productivos más afectados como una buena noticia. Aunque el nuevo presidente todavía no se ha pronunciado sobre política arancelaria, las empresas exportadoras confían en que el mandato de Joe Biden sirva para revisar y revertir estas tasas tan gravosas. En la lista de productos españoles afectados se encuentran el aceite de oliva, el vino, la aceituna, los quesos, los embutidos de cerdo, zumos, licores, moluscos y las frutas en conserva. «Contamos con que hasta marzo es imposible que se sienten a negociar, pero creemos que a partir de entonces lo harán y, en consecuencia, vemos como la opción más probable que en los primeros seis meses de 2021 haya acuerdo para retirar la barrera al aceite», explican desde el sector de la oliva.

Impacto en vino y aceite

Aceites Abril, con sede en Ourense, lleva doce años exportando al otro lado del Atlántico y ha sido víctima de la competencia desleal, ya que los aranceles que penalizaron el aceite español envasado (el granel está exento) no afectaron a Italia, Grecia ni Marruecos. «Hemos perdido el 80 % de lo que vendíamos de la calidad extravirgen como consecuencia del gravamen del 25 %», afirma Elena Pérez Canal, directora de ventas de la empresa. Explica que, a pesar de estas restricciones, el impacto en las ventas en general se ha quedado en una caída del 15 %. También el sector del vino gallego ha sufrido de cerca el golpe de la política arancelaria de la Administración Trump, con una gravamen arancelario que en el último año pasó del 5 al 25 %. «Esta guerra comercial ha hecho mucho daño al sector. A unos más que a otros en función del segmentos de precios y de la calidad, claro, pero generó una competencia desleal con los demás países difícil de encajar. Ha sido un despropósito de principio a fin, como querer ponerle puertas al campo», afirma José María Fonseca, el presidente del grupo bodeguero gallego Terras Gauda.

Volver a conquistar al décimo mejor cliente gallego

Hay mucho en juego. Estados Unidos es para España el sexto destino de exportación. Para Galicia es el décimo mejor cliente. El 15,4 % de las empresas exportadoras venden sus productos en este mercado, según datos actualizados del Igape. En total, al cierre del 2020 eran 1.096 las sociedades que registraban ventas al mercado americano, según la estadística de comercio exterior del Ministerio de Industria y Comercio.Entre las más destacadas, el 10 % de la producción total de la refinería coruñesa de Repsol, que genera 328 millones de euros anuales; o las ventas en tiendas físicas y online de Inditex en EE.UU. (su segundo mercado tras México). De hecho, la gasolina y sus derivados, junto con los productos textiles, constituyen el 65 % de las exportaciones gallegas a Estados Unidos. También es significativo el negocio del sector agroalimentario en el mercado estadounidense, y hasta tecnología y avances en el ámbito biosanitario y farmacéutico. Ahí está PharmaMar, sacando adelante el primer medicamento contra el cáncer de pulmón de célula pequeña, que se venderá en EE.UU. antes que en ningún otro país del mundo. España tiene prisa por mover ficha para empezar a recuperar el terreno perdido, y la semana pasada, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se dirigió a la Comisión Europea para pedir a través de una misiva dirigida al vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis que inicie las negociaciones con Biden. La ministra se refiere en su carta a intensificar los contactos para una solución negociada, equilibrada y mutuamente beneficiosa en la disputa de aviación civil (Airbus-Boeing), los aranceles a la aceituna de mesa española, el impuesto sobre servicios digitales y las medidas de salvaguarda sobre el acero y el aluminio. También el eurodiputado del PP y portavoz de Agricultura del Grupo Popular Europeo, Juan Ignacio Zoido, ha pedido durante una reunión de la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo sobre la nueva agenda entre EE.UU. y la UE que se abra una negociación urgente. «Todavía no hemos escuchado ninguna declaración al respecto por parte de la nueva Casa Blanca y creo que debería ser el asunto de mayor prioridad», ha dicho.