El covid, la mayor herida del PIB en 80 años

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Sandra Alonso

La economía se hundió un 11 % en el 2020 pese a esquivar la recaída en el último trimestre

29 ene 2021 . Actualizado a las 19:21 h.

No por esperado el dato es menos impactante. La pandemia provocó un desplome histórico de la economía española del 11 % en el 2020, frente al crecimiento del 2 % registrado el año anterior.

La caída, avanzada este viernes por el INE, supone la mayor de la serie histórica, que arrancó en 1970, y es también la más dramática en más de 80 años, desde la Guerra Civil. Además, el hundimiento —un desplome vertical, como ilustran los gráficos— se confirma aunque el PIB logró mantenerse en positivo durante el último trimestre del año, capeando los virulentos rebrotes del virus y las nuevas restricciones que llevó aparejadas. De este modo, entre octubre y diciembre, la riqueza del país creció un discreto 0,4 %, pese a que analistas e instituciones nacionales e internacionales pronosticaban la vuelta al rojo. No así el Gobierno, que casi clavó el retroceso del ejercicio (-11,2 %) y que esperaba crecimiento en la recta final del año.

Esas cuatro décimas contrastan con el repunte del trimestre previo —del 16,4 %, el mayor rebote de la historia— y confirman el frenazo de la actividad. Sin embargo, también permiten a España esquivar, al menos por el momento, el fantasma de una nueva recaída en esta crisis inédita, tras la sangría del segundo trimestre (-18 %).

En términos interanuales, de octubre a diciembre, la economía española retrocedió un 9,1 %, lo que supone una décima más que el trimestre anterior.

Trunca seis años de crecimiento

Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral recién publicados por el INE confirman que la profundidad de la crisis desatada por el coronavirus no tiene precedentes y que hace palidecer la que hasta ahora era la mayor caída de la serie histórica: el 3,8 % registrado en el 2009, con el estallido de la crisis financiera.

La del 2020 no solo la triplica, sino que supone, además, la primera vuelta al rojo del PIB anual desde el 2013, lo que trunca seis años de crecimiento.

A precios corrientes, el PIB se situó en 1.119.976 millones de euros, un 10 % menos que en el 2019 y su cota más baja desde el 2016.

¿Qué explica tan brutal contracción? Básicamente, la paralización que provocó la pandemia dentro y fuera de nuestras fronteras. Tanto la demanda nacional como la externa lastraron el crecimiento de la economía, detrayéndole nueve y 2,5 puntos respectivamente.

La paulatina reactivación de la actividad en la segunda mitad del año, tras el cerrojazo de marzo a junio, no fue suficiente para compensar la debacle económica de los meses previos. Los datos del INE muestran que el consumo de los hogares sufrió el mayor revés de la serie histórica. Cayó un 12,4 %, lo que contrasta con el tirón del gasto público, que registró su mayor crecimiento desde el 2008, con un repunte del 4,5 %, que contrarrestó parcialmente la caída de rentas de los hogares.

Por el lado de la oferta, por sectores solo la agricultura se mantuvo en positivo, mientras que las contracciones más elevadas las experimentaron construcción, servicios e industria y energía.

Impacto en el empleo

En lo que respecta al empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, retrocedió un 5,4 % (una décima más que la variación interanual del trimestre precedente), lo que se traduce en una pérdida de algo más de un millón de puestos de trabajo en el ejercicio.

Asimismo, las horas trabajadas, en comparativa interanual, descendieron también un 6,3 %, una décima menos que en el trimestre previo. En términos de horas trabajadas, la variación intertrimestral fue de medio punto, situándose en el 0,9 % en lo que respecta a los puestos de trabajo a tiempo completo.

La caída interanual de las horas trabajadas no fue homogénea. Así, por ejemplo, alcanzó el 7,7 % en el caso de la industria y el 6,5 % en los servicios, pero solo fue del 1,8 % en el sector primario.

Estadística incluye igualmente la evolución de la remuneración de los asalariados, que bajó un 3,6 % en el último trimestre (1,2 puntos más que en verano), igual que no escaparon del retroceso ni la productividad por hora trabajada ni la de los puestos de trabajo equivalentes.

También continuaron menguando los beneficios empresariales —algo sobre lo que la CEOE mostró su preocupación este viernes— y lo hicieron el triple que los sueldos: el 12,5 %.

El INE volvió a advertir de que las dificultades que la pandemia ha añadido para la medición estadística, junto la imposibilidad de disponer de todos los datos del último trimestre, «hace prever que las futuras revisiones de los resultados publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual». Por el momento, y a la espera de las cifras definitivas, la caída del PIB de España rebasa con creces las de Alemania o Francia, también conocidas ayer, del 5 % y el 8,3 % respectivamente.