El frío pone la puntilla al comercio, que perderá 2.000 millones en plenas rebajas

edurne martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Sandra Alonso

El temporal se confabula con el covid para llevar al cierre al 25 % de las tiendas

25 ene 2021 . Actualizado a las 16:29 h.

Si los comercios ya estaban pasando por una crisis a causa del covid, que ha dejado sus cajas registradoras casi a cero durante meses, ahora se le ha unido la incidencia de la borrasca Filomena. Las nevadas obligaron a miles de comercios a cerrar el primer fin de semana de rebajas -el más importante del año a nivel de facturación- en la mayoría de ciudades de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Y allí donde no hubo cierre, las bajas temperaturas que se registraron desanimaron a los consumidores a salir de compras.

Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, la Asociación del Comercio Textil, explica que el comienzo de la temporada «no ha podido ser peor». «Si a la borrasca le unimos la llegada de la tercera ola de la pandemia y que ya está habiendo todo tipo de restricciones como, cierres perimetrales, cierre de comercios y centros comerciales, las pérdidas serán millonarias», se lamenta.

Desde la patronal calculan que se perderán unos 2.000 millones de euros en esta campaña de rebajas con respecto a la facturación de alrededor de 3.500 o 4.000 millones de otros años, gracias a los descuentos y un mayor sentimiento consumista de los españoles. «Nos vamos a quedar un 50 % por debajo», asegura Zamácola.

Más allá de las restricciones, otra de las claves para comprender el descenso de las compras de ropa (de un -40 % mensual desde agosto, según datos de Acotex), es la menor presencia de peatones en las calles, lo que dificulta las compras impulsivas, las menos planeadas. Un estudio de la consultora TC Group revela que las calles españolas registraron en el 2020 un descenso del tráfico peatonal que fue aumentando mes tras mes, lo que ha llevado a los clientes a entrar en tiendas en un 42 % menos de ocasiones.

Para Pedro Campo, presidente de la Confederación Española del Comercio (CEC), el temporal ha sido una «dificultad añadida» en una campaña de rebajas «ya de por sí muy complicada» por las mayores restricciones para contener la pandemia. Pero insiste en que es algo «coyuntural» y que el gran problema para los comercios siguen siendo las restricciones y la falta de ayudas.

En la cuerda floja

Según sus cálculos, el 20 % de los comercios han cerrado sus puertas desde el inicio de la pandemia y no volverán a abrir. «Muchos que permanecen abiertos están en la cuerda floja y las restricciones que se están implantando en plena campaña de rebajas supondrán la puntilla para muchos de ellos», asegura Campo, que augura más cierres a partir de febrero.

En el Ministerio de Industria y Comercio aún no tienen datos para valorar el impacto del cóctel de covid y temporal sobre las rebajas, pero aseguran que los indicadores privados de gasto con tarjeta bancaria apuntan a una «ralentización» del gasto durante los primeros días de enero, después de un «buen comportamiento» en el mes de diciembre. Además, lamentan que el dinamismo de las ventas online «solo ha compensado parcialmente las menores ventas presenciales».

También desde el gabinete de estudios de BBVA señalan una moderación de las compras por las nevadas y el consecuente cierre de comercios en algunos puntos del país el primer fin de semana del año. En sus datos recogidos hasta el 10 de enero ya han detectado una diferencia «importante» entre el nivel de gasto de Madrid y el resto de España debido a que se tuvieron que cerrar comercios y vías de transporte. «Podría restar alguna décima de crecimiento en el primer trimestre», según los expertos de BBVA Research.

Con estas malas expectativas, la patronal Acotex pide que el Gobierno ayude a la adecuación de las plantillas a la situación real de las empresas del sector. En su opinión, la cláusula de no poder despedir a nadie en los seis meses siguientes al ERTE es «absolutamente inviable», por lo que aparte de su eliminación piden una ayuda para indemnizar a las personas que serán despedidas para compartir ese gasto entre las empresas y el Estado.