La contratación de seguros de impago del alquiler se dispara por la pandemia

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

En el último año ha aumentado el interés por estos productos un 30 %

27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia ha atacado con virulencia la actividad empresarial y laboral de España. El covid-19 ha contagiado a la economía familiar y en estos últimos meses, muchos hogares patrios se han visto obligados a apretarse el cinturón. La precariedad se ha convertido en parte del día a día y miles de españoles afrontan con mucha dificultad gastos habituales como las facturas o la vivienda. Las cifras hablan por sí solas porque según la última actualización del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), el número de incidencias por el impago del alquiler se ha disparado un 68,4 % desde el mes de septiembre.

Todo este contexto se ha convertido en el mejor caldo de cultivo de los conocidos como seguros de impago del alquiler, un producto al que muchos propietarios han decidido aferrarse como salvavidas ante posibles impagos de renta. «Hemos notado un gran aumento en el interés por este tipo de seguros. La contratación ha crecido un 30 % con respecto al año anterior; incluso diría que un poco más, porque todavía nos falta cerrar diciembre para tener cifras de todo el año», explica Mercedes Robles, directora general de la correduría Arrenta. Esta experta asegura que el repunte ha coincidido en el tiempo con los peores meses de la pandemia. La crisis generada por el coronavirus, añade, ha tenido mucho que ver con el impulso que han tenido estos productos: «Desde hace un tiempo que estaban aumentando las cifras de este tipo de seguros, porque iba siendo más conocido por los propietarios y eran ellos mismos los que estaban demandándolo en las inmobiliarias. Pero a raíz del confinamiento, el miedo a los ERTE o a la paralización de los desahucios, han provocado que los propietarios se informaran más de las posibilidades que había en el mercado para protegerse ante los impagos».

Los de Arrenta no son los únicos que han notado un aumento en el interés. También advierten del impulso de estos seguros desde la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Su presidente, Benito Iglesias, asegura que las últimas modificaciones de la Ley de Arrendamientos Urbanos han ejercido como combustible para el impulso de estos servicios. «Hoy por hoy, la ley de arrendamientos protege un 75 % más los derechos del inquilino y desprotege al propietario. Eso genera una inseguridad jurídica», resume Iglesias. A pesar de no contar con cifras exactas del aumento experimentado sí que ofrece algunas estimaciones que ayudan a darse cuenta del empuje que han tenido estos seguros: «En los últimos dos años, de cada diez contratos de arrendamiento, entre cuatro y cinco llevan parejo un seguro de impago del alquiler. En el año 2015 o en el 2016, de cada diez contratos podía haber uno o como mucho dos en los que se exigiera este tipo de documentos».

Los seguros de impago del alquiler ofrecen un sinfín de coberturas (como la de desperfectos o la de contratación de un cerrajero), pero la principal es la que hace frente a la incapacidad del inquilino de abonar su renta. Si un propietario se topa con unos arrendatarios con dificultades para cumplir con su deber mensual, la aseguradora será la encargada de hacerse cargo de ese dinero. «Está claro que el más interesado en contar con estas garantías es el propietario», resume Mercedes Robles. Sin embargo, hay inquilinos que están echando mano de estas salvaguardias para demostrar a sus futuros caseros que cuentan con el respaldo económico suficiente para cumplir con las mensualidades. Y es que, sobre quién debe hacer frente a este pago no hay nada escrito: «No hay una estipulación que diga a quién le corresponde pagar el seguro. Lo que sí es cierto es que el recibo no puede girarse directamente al inquilino, porque no tiene mucho sentido que el mismo que vaya a incumplir el pago del alquiler sea el que pague la póliza», añade Robles.

Ante esto, lo más habitual es que se llegue a un pacto entre las partes. Tal y como explica Benito Iglesias, hay veces que es el propietario el que carga con el coste, pero otras veces se puede incluir en el precio del alquiler o se puede pactar un pago a medias: «Tiene que quedar reflejado como una cláusula más del contrato. Es como si incluimos que no se pueden pintar las paredes sin el permiso del propietario o como si se especifica quién va a abonar los costes de la comunidad de vecinos».

Pólizas denegadas

Para poder formalizar la cobertura, las aseguradoras analizan la solvencia financiera de los inquilinos a los que el propietario va a arrendar la vivienda. Y, uno de los problemas que se están encontrando muchos estos últimos meses, tal y como apunta el presidente de Fegein es que «cada vez son más las pólizas que vienen denegadas». Y es que, advierte Benito Iglesias, la pandemia está generando agujeros en las economías familiares que son realmente difíciles de tapar y que se van a convertir en los próximos meses en un problema todavía mayor del que tenemos en la actualidad.