Caixabank ultima su fusión y el Sabadell avanza solo tras romper con el BBVA

La Voz REDACCIÓN / EFE

ECONOMÍA

BIEL ALINO

Los expertos no descartan que el BBVA vuelva a rondar la entidad que dirigirá César González-Bueno

26 dic 2020 . Actualizado a las 23:11 h.

Tras un 2020 marcado por la crisis de la covid, la banca afronta con importantes cambios el nuevo año, en el que CaixaBank materializará su fusión con Bankia, creando el mayor gigante bancario del país, con un volumen de activos de más de 600.000 millones de euros, unas 6.000 sucursales y cerca de 47.000 trabajadores.

El Sabadell, tras romper negociaciones con el BBVA, seguirá su andadura en solitario bajo una nueva dirección, que deberá decidir qué hace con su filial en el Reino Unido, la que hasta el mes de septiembre acumulaba pérdidas de 155 millones de euros. El brexit y la necesidad de soltar lastre obligará a la entidad de origen catalán a deshacerse de su negocio británico para respirar con más tranquilidad en el 2021 y centrarse en el mercado doméstico. En los próximos meses, además, César González-Bueno se incorporará a la entidad como nuevo consejero delegado en sustitución de Jaime Guardiola. ¿Será capaz el Sabadell de hacer frente a los retos del sector, marcado por los bajos tipos de interés, el aumento de la morosidad o la baja rentabilidad, en solitario?

Alianzas

Algunos expertos opinan que, a la larga, el banco deberá buscar alianzas con otros bancos. Hay quienes incluso confían en que el Sabadell y el BBVA se darán una segunda oportunidad y retomarán las negociaciones de fusión. Quienes sí lo han hecho han sido Liberbank y Unicaja, que decidieron este año volver a negociar su unión para crear un grupo con unos 100.000 millones en activos. Sin embargo, también esta fusión podría descarrilar: cuando todo parecía listo para aprobar la operación, un desacuerdo sobre el reparto de poder amenaza con trastabillar la operación. Los equipos de una y otra entidad trabajan estos a contra reloj para intentar superar los escollos y poder llegar a un pacto antes de que finalice el año. Con más o menos fusiones, la banca afronta un 2021 en el que veremos más ajustes de plantillas, cierres de oficinas y en el que las entidades deberán encarar retos como la mejora de la rentabilidad, el incremento de la morosidad por la crisis del coronavirus o la competencia de las fintech.