Endesa apuesta por una reforma fiscal profunda para repartir costes y gravar el consumo de combustibles contaminantes
24 nov 2020 . Actualizado a las 18:52 h.Acelerar la transición energética para llegar al 2050 con una España libre de emisiones, propulsando la instalación de fuentes renovables para generar energía limpia y electrificando la economía (coche eléctrico para moverse, bomba de calor para calefacción...). En esto están de acuerdo empresas del sector y Gobiernos central y autonómicos. Sin embargo, hay un pero en el camino, que se encargó de poner de relieve José Casas, director general de Regulación de Endesa: «Hay que dejar de penalizar la electricidad con tanto impuesto y cargos» para que sea más barata, de modo que los consumidores, por ejemplo, instalen bombas de calor, un sistema de calefacción económicamente ahora «poco atractivo en comparación con las calderas de gas o de gasoil», añadió. Porque, recordó, el 50 % del precio de la electricidad está hipotecado con cargas fiscales, mientras que los combustibles más contaminantes tienen impuestos más bajos.
En ese sentido, Casas apostó por una «reforma fiscal profunda e integral, no subiendo impuestos al diésel, que no es la solución, sino repartiendo los costes entre todos los sectores, también vivienda y automóvil, y penalizando a los que emitan más CO2».
Casas fue uno de los participantes en el congreso de la patronal eléctrica Aelec, que este martes giró en torno al papel del sector en la descarbonización de la economía y en la transición energética. Todos coincidieron en que es imprescindible acelerar las inversiones para avanzar en la lucha contra el cambio climático y también como motor de recuperación económica. Los representantes de las principales eléctricas del país reclamaron de nuevo un marco estable y predecible para efectuar inversiones sin miedo a cambios normativos como los efectuados en los últimos años. La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, participó en la asamblea para avanzarles que esos vaivenes en política energética han pasado a la historia.
La instalación de nueva potencia renovable tendrá incentivos, mediante subastas, amén de los fondos europeos que subvencionarán proyectos de hidrógeno verde, entre otros.
Pedro Larrea, director general de Gestión de la Energía y Redes de Naturgy, subrayó que el gran incentivo sería una regulación estable y una tramitación administrativa de los proyectos más ágil, ya que ahora es un «cuello de botella». En ese sentido, Francisco Rodríguez, director general de Generación, Regulación y Relaciones Institucionales de Viesgo, añadió que «podemos tardar 10 años en tramitar determinadas instalaciones en redes».
Ángeles Santamaría, consejera delegada de Iberdrola España, consideró que los trámites administrativos no pueden entorpecer el desarrollo de infraestructuras, porque, de lo contrario, «no llegaremos a tiempo». También instó al Gobierno a trazar ese marco predecible y a incentivar al consumidor final para que compre bombas de calor y coches eléctricos.
Rui Teixeira, consejero delegado de EDP España, invitó a promover una «electricidad más competitiva y evolucionar la estructura fiscal hacia la promoción del consumo eléctrico».
Galicia triplicaría su potencia eólica con los parques presentados
El Clúster das Enerxías Renovables de Galicia (Cluergal) festejó su décimo aniversario con una jornada sobre el sector eólico en Galicia. En ella, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, avanzó que la Xunta prepara una nueva ley para la reactivación empresarial que acortará plazos de tramitación, que profundizará en la norma aprobada hace tres años para desatascar la aprobación de parques eólicos. El presidente de la patronal del sector en Galicia, José Manuel Pazo, destacó que las empresas han presentado ante la Xunta proyectos que suman 6.000 megavatios. Si se construyen todos, la comunidad multiplicaría por tres su potencia eólica actual (unos 4.000). Pazo reclamó un plan de incentivos específico para repotenciar parques (cambiar los molinos) porque los gallegos se adentran en la madurez.