El TSXG frena a Ferroatlántica en su plan para separar la producción energética de la de ferroaleaciones

La Voz CARBALLO / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE MANUEL CASAL

La compañía buscaba desvincular las actividades para vender las cinco centrales que tiene en los ríos Xallas y Grande

18 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia acaba de desestimar el recurso de Ferroatlántica, que ha continuado Xeal, contra la resolución de Augas de Galicia que le impide segregar las actividades de ferroaleaciones y de producción de energía. La compañía buscaba desvincular ambas actividades para vender las cinco centrales hidráulicas que tiene en los ríos Xallas y Grande, pero la Xunta paralizó en julio del 2017 la operación por considerar que, de seguir adelante, se incumpliría una «condición esencial» prevista en la concesión de explotación de estos recursos hídricos: el mantenimiento de la actividad industrial y de los empleos. Ferroatlántica presentó entonces un recurso de alzada que fue desestimado por la Consellería de Medio Ambiente. Ahora, tras el fallo del TSXG, pueden interponer un recurso de casación y llegar al Tribunal Supremo.

Ferroatlántica, que vendió los activos a Xeal el pasado año, argumentaba que la prohibición de segregación de las dos actividades no estaba recogida originalmente en las condiciones de concesión de los recursos hídricos, pero se introdujo más tarde para garantizar la viabilidad de las fábricas de ferroaleaciones asegurándoles el necesario suministro de energía eléctrica.

Sin embargo, indicaba la compañía en sus explicaciones, la situación ha cambiado sustancialmente en los últimos veinte años y la producción de ferroaleaciones ha logrado un alto nivel de rentabilidad, mientras la energética ha ido en dirección contraria. También señalaban que, si bien antaño las centrales suministraban a las fábricas la energía que necesitaban, el panorama actual es muy distinto y la electricidad generada por el aprovechamiento hidráulico se deriva a la red y las fábricas se abastecen del mercado externo. Para Ferroatlántica, esto ya confirma una separación real de las dos actividades.

Sin embargo, los magistrados argumentan que no se está hablando de una vinculación funcional, sino jurídica; con lo cual, de mantenerse unidas en una misma sociedad el rendimiento de una actividad podría compensar la caída en los beneficios de la otra. También sostienen que no es de recibo discutir ahora por vía jurisdiccional una condición -la prohibición de segregación- que la compañía conoció y aceptó en el momento de recibir la concesión

Libertad empresarial

Ferroatlántica también argumentaba en su recurso que el rechazo a la separación de ambas actividades vulneraría el principio de libertad empresarial, amparándose en sendos informes de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencias y del Consejo para la Unidad de Mercado.

Los magistrados, por su parte, sostienen en el fallo que la legislación prevé «limitaciones [a la actividad empresarial] en base a imperiosas razones de interés general» y consideran el mantenimiento del empleo un interés más que legítimo «y merecedor de protección». «Hemos de concluir que, aunque la finalidad primera de la concesión es la producción de energía eléctrica», se recoge en el auto, «ello no es óbice para que en su otorgamiento pudiera contemplar la consecución de finalidades adicionales e igualmente relevantes para la Administración, como es el mantenimiento del empleo a través de empresas vinculadas y dependientes de la energía eléctrica», concluye.

Los trabajadores piden inversión y que se reabran los hornos

«Non había lugar para unha decisión en sentido contrario», considera el comité de empresa una vez conocido el contenido de la sentencia, que valoran «moi positivamente».

Señala la representación de los trabajadores que esta decisión «dalle a razón» a los empleados y deja en evidencia «o fraude das actuacións de Ferroatlántica, que pretendeu vender os dereitos de explotación dos aproveitamentos hidráulicos do río Xallas e Grande como se fosen da súa propiedade», resalta el comité. «E cando non o conseguiu, orquestrou unha operación fraudulenta para traspasar a TPG-Ithaka o complexo industrial e as centrais, buscando darlle aparencia de legalidade».

El comité responsabiliza a Xeal que, «coñecedora da ilegalidade da segregación», siguió adelante con el recurso de Ferroatlántica. Ahora, los sindicatos esperan que emprenda las inversiones prometidas para modernizar las fábricas y reabra los hornos cerrados. La compañía se pronuncia hoy sobre el asunto.