Más de 1.100 negocios destruidos en un año negro para el autoempleo en Galicia
ECONOMÍA
Las mujeres autónomas encajan el golpe más duro, con el 84 % de las bajas
14 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Mujer, trabajadora por cuenta propia y al frente de un comercio o un negocio de hostelería, ocio o actividad artística. Este es el perfil del afiliado autónomo que más está sufriendo durante este año negro para el autoempleo, y en el que las bajas se multiplican en Galicia como nunca antes.
El balance de actividad en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) entre enero y octubre (incluido) eleva a 1.134 el número de negocios destruidos en la comunidad gallega. Y el dato más relevante de esta dramática estadística es que el 84% de las actividades desaparecidas estaban regentadas por mujeres (con un total de 958 bajas).
Con el empleo autónomo destruido en los diez primeros meses del año, el número de trabajadores por cuenta propia en Galicia se sitúa en los 209.113, la cifra más baja de los 10 últimos años.
Los peores meses coinciden con el confinamiento forzado por la primera oleada de la pandemia. En abril cerraron 1.100 negocios y en mayo otros 1.065. El final del encierro, coincidiendo con el arranque de la temporada de verano, disparó la cifra de altas, con 703 nuevos autónomos en junio, 681 más en julio y otros 829 en agosto. Pero con las nuevas restricciones aplicadas a partir de septiembre, con la segunda ola de la pandemia, y el final de la temporada estival volvieron las bajas (884 solo en septiembre).
El comercio es la actividad que más sufre. Entre enero y octubre Galicia ha perdido 703 establecimientos de venta al público. Y es la hostelería, el sector más castigado por las restricciones de la pandemia, el que arroja el balance más negativo con 681 cierres. Significativas son también las bajas en actividades de ocio y artísticas.
«La situación de los autónomos es realmente crítica. Hay un millón de ellos la cuerda floja, pendiendo de un hilo», han alertado las organizaciones de autónomos, que hacen extensiva la crisis del autoempleo a ramas que van desde el ocio nocturno al taxi, pasando por la actividad lúdica infantil, feriantes o venta ambulante.
Con todo, dentro de esa maraña de datos negativos se puede encontrar alguna cifra para la esperanza. Porque se destruye mucho empleo autónomo, pero también se crea. ¿En qué actividades? Según el balance de enero a octubre en Galicia se han registrado altas en el ámbito sanitario, el sector que más crece, como consecuencia de la pandemia, junto con el de educación, para cubrir bajas en los colegios; y el de la construcción y todo lo relacionado con obras de mejora en el hogar, por temor al confinamiento.
Demanda urgente de un sistema de cotización por ingresos reales en seis tramos
Un día después de que el Gobierno se haya comprometido a valorar la posibilidad de que los autónomos puedan subir o bajar la base de cotización hasta un máximo de 6 veces al año, la organización UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) ha remitido un escrito al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para exigir el cambio en el sistema de cotización de los autónomos con la máxima celeridad.
Según UPTA, «el modelo de cotización por ingresos reales supondrá que más de 400.000 autónomos que se encuentran en una trágica situación económica, puedan sentirse aliviados».
Los cálculos de la organización prevén la cotización por ingresos reales para más de 1,9 millones de autónomos personas físicas y para casi un millón de autónomos societarios. Plantea dos tramos especiales, uno para los que obtengan rendimientos netos inferiores al 50 % del salario mínimo, que consistiría en una cuota «superreducida» de 71,54 euros; y otra para quienes ingresen más de la mitad del salario mínimo (siempre que en el cómputo anual no sean superiores a este, de 143,08 euros.
«Para el resto de los supuestos, debe haber seis tramos, que oscilan entre una base de cotización mensual de 944,4 euros y los 2.517,6 euros», explica la organización.