Medio millón de hogares se han pasado a la tarifa nocturna de luz

J. M. C. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Emilio Naranjo | Efe

El ahorro de este tipo de contratos puede llegar a alcanzar una media de tres euros al mes

09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cambiar la tarifa de luz a la de discriminación horaria (la conocida habitualmente como nocturna) puede permitir ahorrar a las familias unos 3 euros al mes y entre 20 y 30 euros al año. No es una cuantía brutal, pero sí un granito de arena en los maltrechos presupuestos de muchas familias afectadas por la crisis del coronavirus.

Ante el ahorro que puede suponer este cambio en el servicio, cada vez más clientes se pasan a esta tarifa por tramos horarios. Según los últimos datos disponibles en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), hasta ahora han sido casi 900.000 los usuarios que han optado por esta modalidad durante el primer semestre de este año. Pero las cifras son todavía más interesantes cuando se analiza lo sucedido en los meses del confinamiento. Porque desde marzo hasta junio, el número de hogares que contrataron la tarifa nocturna ascendió a los 500.000

Esta elección se vio impulsada precisamente en los meses en los que estuvo vigente el estado de alarma; es decir, cuando más consumo de luz realizaron las familias al verse encerradas en sus domicilios y al verse abocadas a utilizar de manera mucho más intensa todo tipo de electrodomésticos y aparatos eléctricos.

Con estas nuevas cifras, el número de contratos que ya están vinculados a los tramos horarios ya se sitúa en un 36 %. A finales del año pasado, estos representaban menos del 33 %. Y en los últimos ejercicios el colectivo de hogares acogidos a esta tarifa ha ido aumentando de manera progresiva.

Uno de los puntos de inflexión para explicar este cambio llegó hace ahora dos años. En octubre del 2018, el Ministerio de Transición Ecológica decidía dar un paso adelante ante el repunte del precio de la luz. Así, aprobó un decreto en el que incluyó medidas como la que obligaba a las eléctricas a incluir en la factura de cada consumidor que tenga contratado el PVPC (las tarifas reguladas) el importe al que hubiera ascendido de haberse aplicado una tarifa con discriminación horaria.

En el caso de las tarifas reguladas, los precios de la luz están divididos en dos tramos (en algunos casos, hasta en tres). En invierno, la hora punta -la más cara- va desde las 12.00 hasta las 22.00 horas; la valle -la barata, con la que más se ahorra- desde las 22.00 hasta las 12.00 horas del día siguiente. En verano, los horarios son de 13.00 a 23.00 (hora punta) y de 23.00 a 13.00 valle. 

20 euros de ahorro

El Gobierno calcula que el mero cambio de tarifa y la apuesta por la nocturna puede generar un ahorro que, en muchos casos, puede superar los 20 euros anuales, pudiendo ser aún mayor si se adoptan hábitos de consumo eficiente. De hecho, siete de cada diez usuarios que optan por este sistema de tarificación tienen en cuenta la división entre estos períodos diarios para sus decisiones de consumo.

A medida que ha ido aumentando el número de consumidores con tarifa nocturna en estos meses de crisis también se ha paralizado el trasvase de hogares que tenían luz regulada (PVPC) hacia alguna de las ofertas de las compañías. De hecho, por primera vez en dos años, el número de contratos con precio regulado ha vuelto a superar el 40 % del total. La prohibición de que los comerciales vayan casa por casa con ofertas ha sido determinante para mantener ese porcentaje de usuarios en el mercado regulado.