Los planes de pensiones pierden 1,3 millones de partícipes en 10 años

C. V. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

LUIS TEJIDO | efe

El sector teme que la bajada de la desgravación por las aportaciones se convierta en la «puntilla» para este producto, ya en horas bajas

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los fondos de pensiones experimentaron una evolución muy buena durante unos años: de los 317.777 partícipes con que comenzaban en el año 1989, llegaron a tener 10,83 millones de inversores al cierre del cuarto trimestre del 2010. Pero desde entonces, este tipo de ahorro para la jubilación no ha dejado de perder adeptos. Al cierre del tercer trimestre del 2020, el número de tenedores de esta clase de productos había caído por debajo de los 9,5 millones, lo que supone una pérdida de más de 1,3 millones en una década, según se desprende de los datos de Inverco.

Esta caída afecta a los planes individuales, que retroceden desde los 8,6 millones de partícipes en que marcaron máximos hasta los 7,47 millones que registran ahora. Pero no son los únicos. Porque los de empleo, aunque caen en menor medida, han bajado desde los 2,179 millones de inversores hasta los 1,966 millones.

Los expertos atribuyen esta aparente paulatina pérdida del atractivo de los planes de pensiones a varias razones. Enrique Borrajeros, de EFPA España, explica que en la industria de los planes hay poca competencia, lo que se traduce en costes más elevados y una rentabilidad más baja que la de los fondos de inversión. Borrajeros añade que en las entidades parece no haber muchos incentivos comerciales para mover a los inversores hacia planes más eficientes de la misma firma. Este experto compara los fondos de pensiones con lo que pasa en las compañías de telefonía: «Hasta que uno no se va no se le hace una contraoferta».

Como último ingrediente desfavorable para los planes de pensiones se cuenta la incertidumbre sobre su fiscalidad, sobre la que se lleva especulando muchos años.

Límites de aportación

A partir del 2021, si sale adelante el proyecto de Presupuestos que ha presentado el Gobierno, los límites de aportación a sistemas de previsión social individuales con derecho a la desgravación bajan desde los 8.000 a los 2.000 euros, aunque se elevan desde los 8.000 a los 10.000 euros para los sistemas de empleo. Según Fernando Luque, de Morningstar, esta medida «es la antesala de la muerte del producto», puede ser «la puntilla» para los planes de pensiones individuales. Aunque este experto concede que la desgravación sobre todo favorece a las rentas más altas, a quienes se aplica el tipo marginal sobre la renta más elevado, mientras que tiene menos impacto económico para las rentas más bajas. Pero, justo por esta razón y porque la aportación media anual a un producto de previsión para la jubilación no llega a los 600 euros, Borrajeros cree que «podríamos llevarnos una sorpresa» y ver que los planes de pensiones no sufren ningún impacto.