Alcoa dio un portazo a la SEPI porque exigía derechos sobre la planta de alúmina

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

La multinacional efectuó una contrapropuesta para aportar 20 millones de dólares más, hasta alcanzar los 130 millones

24 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace dos semanas, Alcoa comunicó oficialmente la aplicación del despido colectivo para 524 trabajadores de la fábrica de aluminio de San Cibrao (Cervo) tras fracasar las negociaciones para venderla. La multinacional estadounidense rechazó la oferta tanto de Liberty como de la propia SEPI, que se ofreció como intermediaria para pilotar la planta temporalmente y cedérsela después al grupo británico. Una especie de intervención provisional, una operación poco habitual en España.

Fuentes próximas a las negociaciones explicaron que el acuerdo con la SEPI parecía muy cercano, pero que en el último momento Alcoa había dicho no. ¿Por qué? «Porque [la SEPI] mantenía las exigencias de GFG Alliance (Liberty) referentes a los derechos sobre la planta de alúmina», aclaran fuentes de Alcoa, que añaden que la entidad pública exigía también un stock de alúmina para 60 días «a disposición del adquiriente, que supondría un coste añadido para Alcoa de 20 millones de dólares». Unas condiciones no razonables «y que excedían abusivamente las prácticas habituales en el sector», según la compañía estadounidense.

Pero Alcoa admite que llegó a hacer una contrapropuesta a la SEPI: aportar esos 20 millones de dólares adicionales, pero a un fondo para asegurar la viabilidad temporal de la planta, no en forma de compromisos de suministro de alúmina. De ese modo, la empresa estaba dispuesta a rascarse más el bolsillo e inyectar en total 130 millones de dólares (110 millones de euros) para cerrar la venta, amén de cobrar un precio simbólico de 1 euro por la cesión de los activos de aluminio. Las garantías de suministro de la alúmina a largo plazo y la cesión de derechos sobre esa planta que Alcoa comparte con un grupo australiano eran inasumibles para la multinacional estadounidense.

Alcoa insiste en que negoció de buena fe y en que estaba dispuesta a realizar fuertes concesiones en aras de vender la fábrica.

No es cuestión de competencia

Niega la compañía estadounidense que se haya empeñado en cerrarla para no dar alas a la competencia. Para sostener su tesis, recuerda que la producción de aluminio primario en de San Cibrao representa solo el 0,3 % de la mundial y que, por tanto, «su impacto en la formación del precio del metal es insignificante».

También explica que de Galicia sale una parte pequeña del producto que consume el mercado nacional: «Los productos son tochos para extrusión y placas para laminación que representan aproximadamente el 10 % de la demanda española de estos productos. El resto del consumo nacional de aluminio lo suministran proveedores de fuera del país, que no son propiedad de Alcoa».

La empresa mantiene los despidos y el cierre de la fábrica.

Feijoo: «No pierdo la esperanza de que se desbloquee la venta»

Ni Xunta, ni Ministerio de Industria ni los trabajadores tiran la toalla y confían aún en que Alcoa se vea forzada a vender la planta, en lugar de cerrarla. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia decidirá el miércoles si acepta medidas cautelares para paralizar la aplicación del ERE, un fallo en el que han depositado todas sus esperanzas las Administraciones públicas para ganar tiempo y forzar una vuelta a las negociaciones.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el conselleiro de Economía, Francisco Conde, se reunieron este viernes con el comité de empresa de Alcoa San Cibrao para mostrarle su apoyo. Feijoo destacó que «si Alcoa tiene claro que no quiere operar esa factoría, lo que tiene que hacer es venderla. Y en eso estamos, en convencer a Alcoa de que lo haga». El presidente gallego añadió: «Estamos en una situación crítica, pero yo no pierdo la esperanza de encontrar una solución para que se desbloquee la venta». Porque «si cerramos esta fábrica sería un disparate industrial para España sin precedentes».