«Los retrasos no van en interés de nadie, así que espero que la presidencia encontrará un modo de impulsarlo», confió un alto funcionario europeo, quien precisó que la negociación no depende del Eurogrupo, sino de los Veintisiete.
El debate sobre el calendario, añadió, tiene otra vertiente que deberá dilucidarse en los «próximos meses», en cuanto al ritmo de desembolso del fondo: hay países que preferirían un pago rápido para dar impulso a la recuperación, mientras que otros piden poner el foco en reformas para ayudar a medio y largo plazo, lo que hace menos probables inversiones inmediatas. El objetivo es que el Fondo empiece a funcionar a principios del 2021.