Casi una de cada cuatro empleadas del hogar sigue sin cobrar la ayuda por la pandemia

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

El Gobierno admite problemas en la tramitación de este nuevo subsidio que ya se ha reconocido a cerca de 23.500 trabajadoras y se ha denegado a 1.600

03 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis meses y medio después del estallido de la pandemia, en torno a 7.500 empleadas del hogar que se quedaron sin trabajo por culpa del virus siguen esperando que el SEPE tramite y pague su prestación, lo que supone que casi una de cada cuatro que lo solicitó ni siquiera ha obtenido respuesta. Así lo reconoció ayer el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, durante la presentación del paro y afiliación de septiembre.

Rey explicó que este subsidio tiene «tintes particulares» al haber estado fuera de la protección por desempleo.

Problemas en la tramitación

Cabe resaltar que es la primera vez en la historia que este colectivo (que no tiene derecho a paro) cuenta con una ayuda estatal. «Ha habido que establecer toda una serie de mecanismos particulares que ha dificultado las gestiones del SEPE», se escudó el número dos de Trabajo.

El Gobierno ha aprobado ya 23.473 solicitudes del subsidio extraordinario de desempleo para las empleadas de hogar puesto en marcha ante la pandemia, mientras que ha denegado 1.606 peticiones. La negativa a darles esta prestación, que es del 70 % de su base reguladora (igual que sucede con el paro y la prestación por ERTE), es por haber presentado esta solicitud fuera de plazo (el límite para presentar el escrito terminó el pasado 21 de julio), estar duplicadas o no cumplir alguno de los requisitos, como que el despido o la reducción fuera tras el 14 de marzo o que sus ingresos por la actividad laboral no superen el salario mínimo interprofesional (SMI).

Las empleadas de hogar dadas de alta en la Seguridad Social, y que no contaban hasta esta crisis con derecho a desempleo, pudieron empezar a pedir en mayo este subsidio por despidos o reducción de horas de trabajo relacionados con el covid. Sin embargo, la ayuda ha llegado a muy pocas: apenas un 6,2 % del colectivo, uno de los más vulnerables. Quienes la han cobrado son mayoritariamente mujeres que fueron despedidas durante el estado de alarma, mientras que las que continuaron dadas de alta aunque con reducción de jornada están teniendo más trabas.

Este sector ha sufrido en mayor medida el impacto de la pandemia, ya que ha perdido más de 21.300 empleos desde que estalló esta crisis. El sistema apenas tiene ahora 374.000 afiliadas en el régimen del hogar (en femenino porque ellas son la inmensa mayoría), frente a las más de 394.000 que había en febrero.