La normativa exige a esos proveedores tener sede social en la UE y condonan su operatividad a que cuenten con la autorización de las autoridades de los distintos países
25 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La Comisión Europea cuenta ya con un diseño de marco regulador para las criptomonedas. Y este texto fija, de entrada, requisitos más estrictos para la operatividad de divisas digitales como Libra, emitida por el coloso norteamericano Facebook, u otras como los famosos Bitcoin o Ripple. El encargado de presentar este plan fue el vicepresidente ejecutivo Valdis Dombrovskis, que enmarcó esta medida como parte del nuevo proyecto sobre la unión del mercado de capitales y las finanzas digitales.
El plan de Bruselas tiene como objetivo responder a «la escala potencialmente enorme» que podrían alcanzar estas monedas virtuales en términos de usuarios. Pero también quiere dar respuesta a los desafíos que supondrían para la estabilidad financiera. «Por eso, necesitamos fuertes salvaguardias, también contra el fraude y el blanqueo de capitales», explicó el letón. De esta forma, las criptodivisas no podrán escapar del control de las autoridades nacionales y comunitarias (con el BCE como referencia). La autorización emanará de ellas, como también las normas que deberían garantizar la protección de los usuarios y el sistema financiero.
Señalan desde el Ejecutivo comunitario que las criptomonedas pueden ser una interesante herramienta que favorece soluciones de pago innovadoras para los consumidores y nuevas oportunidades de financiación para los negocios. Pero han de estar sometidas a vigilancia.
Y en este sentido, el pasado día 11, las cinco grandes potencias del euro (Alemania, Francia, Italia, España y Holanda) ya marcaron el camino al pedir que no operase en la UE «ningún acuerdo global de criptomonedas respaldado por activos» hasta que se abordasen los retos legales, su regulación y la vigilancia de esos nuevos sistemas.
Paraguas normativo
Algunas de esas criptodivisas ya estaban reguladas, pero otras no. Y es ahí donde la Comisión Europea lanza este paraguas normativo que pretende abarcar todas las opciones y que marca el camino que deben seguir las empresas proveedoras del servicio.
La normativa exige a esos proveedores tener sede social en la UE y condonan su operatividad a que cuenten con la autorización de las autoridades de los distintos países. Eso les permitiría recibir una especie de pasaporte europeo «con fuertes salvaguardias para garantizar al consumidor protección y estabilidad financiera». Los emisores de divisas digitales estarán bajo vigilancia de los supervisores financieros nacionales, aunque si trabajan con monedas estables, la vigilancia recaerá en la Autoridad Bancaria Europea.