No solo obvia la ministra de Trabajo las consideraciones de Escrivá, también las de expertos tan reputados como José Antonio Herce, socio fundador de Longevity and Retirement Income Solutions (LoRIS), que hace unos días recordaba en una entrevista en La Voz que el sistema de pensiones solo será sostenible a largo plazo si se vincula la edad de jubilación a la esperanza de vida. Mantiene Herce que «lo que tienen que hacer es formarse para los trabajos de mañana, no para los trabajos de sus padres porque de lo contrario, competirán con sus padres por los mismos empleos y nos convertiremos en una economía mediocre, barata depauperada, que es lo que en buena medida tenemos y lo que nos lleva a decir que si dejamos a los mayores más tiempo en el mercado de trabajo le van a quitar el empleo a los jóvenes, eso en una economía avanzada no puede suceder, es imposible por definición».
Con todo, dice la ministra portavoz, María Jesús Montero, que «no aprecia contradicciones» entre las declaraciones de uno y otra. Pero, no es con Díaz con la única con la que Escrivá ha chocado en los últimos días. También ha tenido el antiguo presidente de la AIReF sus más y sus menos con el vicepresidente del Ejecutivo. Con él, a cuenta de la renta mínima. Considera Escrivá un disparate la propuesta de Iglesias de reparto exprés -que baste con «una declaración jurada» del solicitante- para agilizar un proceso que, cierto es, está resultando desesperante para muchas familias.