Así hay que actuar en una entrevista de trabajo «on-line»

ECONOMÍA

María Pedreda

Estos son los seis consejos básicos para enfrentarse a un proceso de selección a través del ordenador

13 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Teresa Vila Pedraza, representante de IMF Institución Académica, da seis consejos para enfrentarse a una entrevista de trabajo online:

1.- Elegir un sitio adecuado y ordenado, preferiblemente un lugar con fondo blanco o de color neutro.

2.- Evitar distracciones.

3.- Conectarse preferiblemente a través de un ordenador y no de un móvil.

4.- Comprobar que no fallarán las conexiones. Lo ideal, dice la experta, sería usar un auricular para tener mejor calidad de sonido y contar con luz natural frente al rostro.

5.- Vestirse adecuadamente. Evitar la tentación de hacerlo de manera formal solo de cintura para arriba. Nadie sabe si en un momento dado uno va a tener que levantarse de la silla.

6.- Mantener el contacto visual con el entrevistador. No se deben tener en la mesa documentos o elementos que puedan distraernos.

Al ser preguntado sobre si son efectivas las entrevistas de trabajo on-line, Paco Muro, presidente de Otto Walter, una de las principales consultorías internacionales, narra la siguiente historia: «Hace unos pocos meses, un joven ingeniero español respondió a una oferta para un puesto de trabajo en una gran multinacional. Le contactaron desde Italia vía Skype e hizo la primera entrevista con el departamento de recursos humanos de Europa que se radica allí; la siguiente la tuvo on-line con otras tres personas, una en EE.UU., otra en Alemania y otra ni me acuerdo de dónde estaba. Hoy está trabajando en Colonia para esa multinacional. Antes de incorporarse nunca llegó a sentarse físicamente con persona alguna. Este es el mundo actual. Las entrevistas on-line son tan efectivas como las tradicionales, o mejor dicho, tan poco efectivas. Porque al final, tantas pruebas, tantas entrevistas, tanto informe técnico... y la única manera de comprobar de verdad que alguien vale para un puesto es verle trabajar en ese puesto durante varios meses. Lo demás… apenas tanteo previo».

Muro cree que ante una entrevista on-line, lo que debe de hacer el entrevistado es -sobre todo, y más que nunca-, no mentir. «Igual que han contactado digitalmente con el candidato, comprobarán todo lo que se les diga digitalmente y si le pillan en una falsedad… ¡Fuera!» Otra cuestión importante, explica el consultor, es estar muy atentos a los mensajes recibidos: hay que contestar a tiempo y bien. «En el mundo digital si te duermes, si no contestas rápido, muestras falta de competencia, o de interés». Nada bueno. Si se recibe un correo electrónico hoy, hay que contestar hoy. Y por supuesto, el e-mail tiene que estar pensado, revisado y cuidado, «pero nada de mañana lo mando». Advierte el experto que es importante limpiar todo lo impropio de las redes sociales porque las van a consultar, «así que esa foto tan simpática y gamberra pero que da mala imagen, hay que eliminarla urgentemente».

Respecto a la actitud que se debe mantener en la entrevista, «nada especial más allá del sentido común. Hay que preguntar, interesarse por el puesto, por los retos y resultados que esperan, y demostrar que estás para ese puesto y para lo que haga falta». Muro sabe que hay menos nervios en una entrevista online porque «falta “la presencia”, esto es, todo eso invisible que ocurre cuando dos personas están cerca. Pero igualmente se desactiva “la química”, por eso hay que estar atentos para aprovechar lo que se oye y llegar muy bien preparados: haber visitado la web de la empresa, ver artículos, sus redes sociales, noticias recientes… y dejar caer que sabes de ellos en la entrevista».

En la última parte de la conversación Muro recalca: «Hay que recordar que el problema lo tiene el entrevistador. Es él el que tiene que cubrir un puesto, necesita hacerlo, y debe elegir entre un montón de candidatos sin que sea posible saber a priori cual será el ideal. Así que ¡ayúdale a que vea que eres tú!» Un último consejo, preguntando cosas inoportunas, hablando mal de la empresa anterior, reivindicando cosas cuando ni siquiera lo han contratado, presumiendo de grandes logros en trabajos anteriores cuando apenas estuvo unos meses, hablando solo de ellos mismos, y todo tipo de verdaderas sandeces que ponen muy fácil el descarte».