BBVA pierde 1.157 millones hasta junio, pero comienza a enderezar el rumbo

BBVA cerró el primer semestre del año con un resultado negativo de 1.157 millones de euros tras las últimas dotaciones realizadas para hacer frente al impacto de la pandemia y los ajustes contables del fondo de comercio (el valor de mercado de sus activos con respecto al precio de compra) que materializó sobre todo en la primera parte del año para actualizar el valor de filiales como la de EE.UU.

El segundo mayor banco de España, que llegó a perder casi 1.800 millones entre enero y marzo, ha conseguido registrar un beneficio de 636 millones entre abril y junio, lo que refleja una mejoría tras el confinamiento en muchos de los países donde opera, aunque no es suficiente para compensar el impacto inicial. Sus acciones respondieron con una caída superior al 8 %.

A pesar de los números rojos del semestre, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, espera cerrar el año sin pérdidas. Así lo sostuvo ayer en rueda de prensa, al entender que lo peor de la crisis ya habría pasado, pese a que habrá que estar pendientes de la evolución de la economía y de que no haya nuevas restricciones generales de movimientos. El banco también descarta el reparto de dividendos a lo largo de este ejercicio, ya sea en efectivo o mediante acciones, siguiendo las recomendaciones del BCE.

La crisis sanitaria sigue condicionando las cuentas de los grandes bancos españoles. En el caso de BBVA, en el segundo trimestre ha provisionado 644 millones a la espera de que se vayan materializando créditos fallidos y, por tanto, aumente la tasa de morosidad. Las dotaciones se suman a los ajustes contables anteriores de su firma en Estados Unidos (más de 2.000 millones en lo que va de año y 1.300 a finales del 2019). Sin estos efectos, el beneficio ordinario de BBVA sería de 928 millones, un 57,8 % inferior al del mismo período del año pasado.

En el caso de España, el banco ha ganado 88 millones hasta junio, un 88 % menos.

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