José Bogas: «Economía, desarrollo y medio ambiente deben caminar siempre juntos»

S. Cabrero / G. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El consejero delegado de Endesa asegura que la salida de la crisis sanitaria ha de ir encaminada a reforzar la sostenibilidad

24 jul 2020 . Actualizado a las 18:36 h.

Dicen los expertos que el futuro de la energía y sobre todo de la economía, debe caminar por el sendero de la eficiencia energética. Inmersos en una crisis provocada por la pandemia, toca ponerse a analizar las posibles salidas con las que cuenta España para volver a la senda del crecimiento. José Bogas, consejero delegado de Endesa, analizó ayer todas estas cuestiones durante un encuentro digital emitido en la página web, el Facebook y la cuenta de Youtube de La Voz de Galicia.

-Usted es un firme defensor de la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, hay voces que dicen que no es el momento de apostar por él en pleno intento de recuperación de la economía. ¿Cree que se pueden conjugar ambas cuestiones?

-Yo creo que pensar que no es el momento de apostar por la lucha contra el cambio climático es una equivocación. Cualquier desarrollo económico tiene que ser sostenible para que se pueda mantener en el tiempo y realmente pueda reactivar el crecimiento. Y dentro de la sostenibilidad, una parte esencial es precisamente el medio ambiente. Por tanto economía, desarrollo y medio ambiente caminan juntos. Aquel que quiera apartar el medio ambiente de cualquier proceso de desarrollo o reactivación económica, se equivoca.

-Europa apuesta por el camino hacia la sostenibilidad con el conocido como Green New Deal. España también ha mostrado su apuesta con la puesta en marcha de la Ley contra el Cambio Climático. No sé si España puede permitirse no engancharse a ese carro, ¿la economía debe ir dirigida por ese camino?

-Yo creo que todos los Estados miembros están haciendo un grandísimo esfuerzo. También la Unión Europea en su conjunto, que acaba de aprobar un fondo extraordinario de 750.000 millones de euros muy parecido a las bases con las que se había establecido inicialmente. Y de él, España obtendrá unos 140.000 millones de euros, de los que aproximadamente la mitad serán a fondo perdido.

Pero, además de esta ingente cantidad de dinero que están aportando los Estados y la Unión Europea, yo creo que hay que poner más. Hay que buscar caminos para incentivar que el sector privado también aporte dinero. En España tenemos el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIE) y contamos con la Ley de Cambio Climático. Ambos ofrecen unas perspectivas, unos objetivos y unos medios para alcanzar esa descarbonización con un primer horizonte al año 2030. Este PNIE tiene unos 240.000 millones de euros de inversión desde el 2021 al 2030 y se espera que genere unos 17.000 millones de PIB, es decir un 1,3 % anual. Además, las previsiones son que se creen unos 250.000 empleos.

Creo que el sector energético y el eléctrico debemos ser una herramienta de relanzamiento de la economía, el engranaje que mueve el motor del crecimiento. No podemos desentendernos ni de la política de la Unión Europea ni de la que ya se está haciendo en España para utilizarla como medida de reactivación económica.

-Esas medidas que planea España, entre ellas esa ley de lucha contra el cambio climático, ¿son las que necesitamos en este país?

-Esa ley tiene una ventaja. Y es que regula unos mínimos, pero está abierta a mejoras. Esta medida establece unos objetivos ambiciosos: como base, la reducción de un 20 % de las emisiones de CO2 con respecto a las que había en el año 1990. Y también establece unos objetivos importantes para la eficiencia energética y las renovables. Yo creo que es un buen comienzo. Es más, España incrementa un poco los objetivos de reducción de CO2 marcados por la Unión Europea. De esta forma, cumpliríamos con ese esfuerzo adicional que muy probablemente pida dentro de un tiempo Europa.

-Hace unas semanas usted mismo anunciaba el esfuerzo inversor que va a emprender Endesa para llevar a cabo el proceso de descarbonización. ¿Nos puede detallar un poco cuáles son esas líneas de inversión?

-Nosotros ya contábamos con un plan estratégico que se aprobó en noviembre del año pasado y que abarcaba los años 2020, 2021 y 2022. Ese plan estratégico tenía una inversión de 5.800 millones. Lo que hemos hecho ahora es revisarlo. La idea es que, si se dan una serie de circunstancias, podamos hacer incluso un esfuerzo mayor que sirva como empuje a la economía de todo el país. De esta forma, hemos valorado que podríamos invertir unos 1.700 millones más, hasta llegar a un total de 7.500.

Este dinero se distribuiría básicamente en tres partidas. La primera, para la propia descarbonización y las energías renovables. La inversión sería, en este caso, en almacenamiento; bien sea en baterías para las renovables o bien con bombeo. Pero también sería un dinero para invertir en las islas, donde tenemos una posición muy relevante y sería para el cierre de las centrales de carbón. Para este capítulo habría reservados unos 5.000 millones de euros.

En segundo lugar, hay una partida de unos 2.000 millones de euros para la red de distribución, que es una parte esencial en este desarrollo porque es donde se va a absorber la energía de todas las plantas renovables dispersas. Aquí también entra en juego, por ejemplo, el vehículo eléctrico y sus distintos puntos de recarga. Esa red tiene que actualizarse, hay que hacerla resistente y digitalizarla. Y por último, la tercera partida estaría dirigida a lo que es eficiencia energética y temas de electrificación.

-¿Qué necesita Endesa para continuar con su compromiso inversor?

-En primer lugar, eliminar burocracia. Además, agilizar las propias autorizaciones, esto parece mentira pero es un elemento que realmente frena a las inversiones. Luego desde el punto de vista de la regulación eliminar incertidumbres. Tenemos una regulación que tiene puntos grises y hacen que la inversión que vayas a hacer te la pienses dos o tres veces. Y luego fundamentalmente, y esto ya en general, si lo que pretendemos es una sociedad descarbonizada en el año 2050 esa descarbonización pasa fundamentalmente por la electrificación de la economía. Esto se consigue primero con una electricidad competitiva. Hay que trabajar esta línea porque hoy día el precio de la electricidad está penalizado con una serie de cargas que no tienen sentido.

«Se dan todas las circunstancias para encontrar actividades alternativas para As Pontes»

CESAR TOIMIL

Endesa anunció hace unos meses que ya tenía fecha para apagar el interruptor de su central térmica de As Pontes. Desde ese momento, la energética trabaja en la búsqueda de una salida para la comarca que depende de esta industria.

-¿En qué momento se encuentra ahora mismo la solicitud de cierre de la planta?

-Nosotros hicimos la solicitud de cierre a finales del año pasado y ahora mismo el ministerio está tramitando todo lo necesario para llevar a cabo la autorización final de cierre de la planta. Esperamos, a la vista de la experiencia con las centrales de Compostilla y Teruel, que recibamos esta luz verde durante el verano del 2021.

-Endesa ha comentado que parte del futuro de la central de As Pontes podría pasar por las pruebas con biocombustibles que se van a hacer este verano, pero también admite que es difícil trabajar en este sentido...

-Lo primero que hay que hacer es encontrar una solución que sea viable a nivel técnico, medioambiental y económico. Si no encontramos una salida viable en estos tres ejes, pues no es una solución sostenible y no podremos ir adelante. El reto es muy importante. Nunca jamás se ha transformado una central de carbón del tamaño de As Pontes a biomasa. Hemos diseñado unas pruebas que empezaremos en septiembre y nuestro objetivo es ver si es posible que, al menos una parte de la central, pueda continuar.

-Ustedes también han comentado en alguna ocasión su especial atención a proyectos relacionados con la madera o el papel, ¿ha habido ya contactos con empresas de la zona que pudiesen recalar en As Pontes?

-Hemos contratado una consultora especialista en reactivación económica y hemos tenido contactos con más de 200 empresas que podrían tener interés en la zona. Algunas de ellas tienen que ver con el papel y la madera. Yo creo que se dan todas las circunstancias para que sea un éxito el poder encontrar actividades alternativas.

-Una de las grandes preocupaciones es qué va a pasar con la plantilla.

-Tras haber firmado el convenio colectivo, el personal de Endesa ya tiene garantizada una solución. Por un lado, puede tener una salida pactada. Es en aquellos casos en los que se tiene una edad que comprendemos que reciclarse puede ser complejo. Y otra opción es un nuevo puesto de trabajo que tendrá que ver con las actividades que desarrollamos allí o que tenga que venir dado con algún pequeño traslado. Vamos a procurar que los traslados se minimicen. Pero en cualquier caso el puesto de trabajo está garantizado. Para los trabajadores auxiliares lo que estamos haciendo es formación para la construcción o para la operación de renovables y luego formación para empleabilidad, que tendrá que ver mucho con aquellas nueva industria o nuevos negocios que seamos capaces de llevar a la zona. Por tanto, desde Endesa estamos haciendo un gran esfuerzo para mitigar los efectos, prepararnos, y avanzar. Hay la materia prima suficiente para seguir siendo una zona puntera.

-Nissan anunció hace unas semanas el cierre de su planta; en Galicia, Alcoa amenaza con echar la persiana. ¿Cree que el precio de la energía sigue siendo un lastre para la industria de este país?

-La energía no es la más cara, pero es cara. Y fíjese usted, la factura total son 45.000 millones al año y, de esos, 20.000 son tasas e impuestos. Todo el plan de renovables que hicimos en el año 2007 estuvo muy bien, fuimos pioneros; en el área eólica se hicieron las cosas muy bien, en mi opinión; pero en el área solar cometimos muchos errores. A mí me gusta decir que a toro pasado, todos somos Manolete. Pero cometimos unos errores tremendos. Y eso ha supuesto una sobrecarga de 10.000 millones al año.

Si era un objetivo que se vehiculizó a través del sector eléctrico, pero un objetivo a nivel país, a lo mejor esa carga habría que haberla consignado en los Presupuestos Generales del Estado o habría que haberla repartido en proporción a las distintas energías. La electricidad sería un 20 % más barata simplemente repartiendo esto. Todo esto penaliza a empresas como Nissan o como Alcoa. Pero también diría que hay otra serie de elementos en las compañías, como es la productividad o la competitividad, que también habría que mirar. Aun reconociendo que la electricidad es cara y que tenemos que hacer lo que sea para abaratarla, no solo es una cuestión del precio de la electricidad.

«Que empresas como Total o Repsol entren en el negocio, para mí es una satisfacción»

Empresas como Repsol o Total lideran en España la carrera de las petroleras hacia su reconversión en empresas multienergía, que incluyen electricidad y renovables.

Este salto de nuevos competidores al tablero energético supone todo un reto para empresas con tradición como Endesa.

-¿La irrupción de empresas como Repsol o Total provocará que se genere un mercado más competitivo?

-En el sector eléctrico en España, la competitividad y la competencia es muy alta. Que empresas como Repsol y Total decidan entrar en el negocio, para mí es una satisfacción. Es positivo que entren empresas que tengan una disciplina económica y financiera o que tengan una calidad del producto que va a ofrecer a los clientes. Es positivo para que los tradicionales nos mantengamos alerta y también es una buena noticia para los consumidores, que tendrán empresas serias compitiendo por darles el mejor servicio.

-¿Endesa está en venta?

-Endesa no está en venta. Bueno, eso habría que preguntárselo a los dueños. Yo solo soy un empleado cualificado. Pero hasta donde yo sé, la empresa no está en venta. Yo creo que estamos muy satisfechos de cómo está evolucionando la empresa y nuestro objetivo es liderar la recuperación económica y liderar la transición energética. Estamos pensando en hacer y no en vender.

Transitar a un modelo libre de emisiones

Endesa tiene claro cuál es el camino a seguir. Se lo planteó hace unos años y en eso viene trabajando. La energética ha decidido fiar su apuesta de futuro a las energías renovables. Y para ello, lleva ya un tiempo transitando hacia un modelo energético libre de emisiones.

Con cerca de 10.000 empleados y más de 10 millones de clientes en cartera, la multinacional se ha convertido en la empresa líder del sector eléctrico español y en el segundo operador del mercado eléctrico en Portugal. Tal y como defienden desde la propia compañía, entre sus objetivos cobra especial relevancia el de contribuir a crear un nuevo modelo energético basado en las energías limpias, el respeto al entorno natural y el desarrollo sostenible.

No es la única aportación que Endesa pretende dejar en la sociedad. Porque su estrategia de negocio también se basa en el compromiso con las comunidades locales, al mismo tiempo que buscan contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

La multinacional se ha puesto manos a la obra para liderar la transformación tecnológica en la que se encuentra inmerso su sector. Parte con cierta ventaja. Y es que, tiene una sólida posición industrial y la fortaleza de pertenecer a un grupo multinacional -el grupo Enel- desde el primer trimestre del 2009.

Endesa puede presumir de participar en centrales de producción eléctrica que funcionan a partir de diferentes fuentes de energía. Y lo hacen con el horizonte puesto en la transición energética. Su objetivo es caminar hacia una economía descarbonizada a través de una apuesta por las energías renovables, la digitalización y la economía circular.