Las tarjetas no mienten: los gallegos ya gastan tanto fuera de casa como antes de la pandemia

P. Mahía / G. l. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Según un estudio de Abanca los pagos con dinero de plástico se incrementaron un 11 % a partir del mes de julio

23 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los termómetros más fiables para medir la evolución de la economía en general, y del consumo en particular, es el uso de la tarjeta. Y según un estudio publicado ayer por Abanca, la llegada del mes de julio, con las rebajas y la paga extra de acicate, sirvió para espolear el gasto de las familias. En concreto, en la tercera semana del mes los pagos con plástico estaban ya un 11 % por encima de los niveles previos a la pandemia, pero todavía un 1 % por debajo del mismo período del año anterior. Aunque también hay que tener en cuenta que la llegada del coronavirus disparó el uso de las tarjetas frente al efectivo, algo que hay que tener en cuenta a la hora de leer los datos.

Del observatorio de la entidad gallega, elaborado en colaboración con IESIDE, se desprende que, tras el levantamiento de las restricciones de movilidad, los gallegos ya gastan tanto fuera de casa como antes del confinamiento. En concreto, casi cuatro de cada diez euros (un 37,6 %) corresponden a compras efectuadas en otro municipio dentro de la misma provincia, la misma proporción que en las primeras semanas de marzo, y casi un 9 % de las transacciones se hacen fuera de la provincia, cuando durante el confinamiento no llegaban al 4 %, ya que las familias han vuelto a peregrinar a los centros comerciales y realizan escapadas para desconectar, ya sea a la playa o a otros destinos. Según el estudio de Abanca, los que más consumen fuera de sus provincias son lucenses y ourensanos, con valores cercanos al 15 % del gasto total, más del doble que en A Coruña.

Por sectores, la alimentación sigue siendo la partida en la que más invierten los gallegos, en cifras ya muy próximas a las anteriores a la pandemia. También el ocio vuelve al nivel precovid, aunque el gasto se concentra en los restaurantes (que se llevan tres de cada cuatro euros de esa partida), mientras cae el realizado en hoteles, agencias de viaje o discotecas.