El BCE advierte de una recuperación «incompleta y desigual» por sectores y países

E. M. MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Emilio Naranjo | Efe

El vicepresidente Luis de Guindos insiste en que las consecuencias de la crisis serán «asimétricas» y espera ver fusiones bancarias en la eurozona «en las próximas semanas»

21 jul 2020 . Actualizado a las 08:47 h.

Es una crisis global, pero la salida será muy diferente para unos y otros. Así lo advirtió este lunes el Banco Central Europeo (BCE) a través de su vicepresidente y exministro de Economía español, Luis de Guindos. El economista señaló que Europa va a vivir una recuperación tras la pandemia «incompleta y desigual», tanto por sectores como por países.

Y aunque prevén tasas de crecimiento positivas ya en la segunda mitad del año, De Guindos insistió en la «enorme incertidumbre» en torno a estas estimaciones porque dependerán en todo caso de la cantidad de rebrotes y su intensidad. Durante su intervención en las jornadas organizadas por el PP en los Cursos de Verano de El Escorial de la Universidad Complutense, el vicepresidente del BCE recordó que los países europeos tienen estructuras económicas «muy diferentes» y por ello «no van a recuperarse al mismo ritmo».

De esta forma, aunque la pandemia ha sido un «shock sin precedentes» para toda Europa, las consecuencias de la misma serán «asimétricas». Y todo ello a pesar de que la caída de la economía europea del segundo trimestre puede que no sea tan intensa como se había previsto inicialmente (-13 %), sino «ligeramente mejor».

Pero, ¿por qué unos países salvarán la crisis mejor que otros? En gran parte, por cómo consigan gestionar el desempleo que se produzca a consecuencia de la pandemia. De Guindos destacó que el impacto del empleo va a ser una de las claves de la recuperación, y señaló que la previsión del BCE para el segundo trimestre es una caída del número de horas trabajadas de entre el 10 % y el 15 %, después de que en el primero cayeran un 3 %. Y es que cuanto más caiga el empleo, más se desploma el consumo, una de las variables fundamentales para reactivar la economía.

Además, otra incógnita es qué ocurrirá a partir de ahora con el aumento del ahorro de los hogares, que por el confinamiento en el que las tiendas y el ocio estaba cerrado y ahora por precaución, ha ido aumentando desde los bajos niveles de los primeros meses del año.

Fusiones bancarias

Las consecuencias de la crisis económica la sufrirán en gran medida los bancos, para quienes De Guindos prevé un proceso de consolidación «ineludible» para abordar su problema de baja rentabilidad. Por ello, expresó su confianza en que «en las próximas semanas y meses» se vayan produciendo fusiones bancarias en la eurozona. El vicepresidente del organismo considera que el proceso de reducción de costes es «fundamental» en un momento así, por lo que confía en que «en las próximas semanas y en los próximos meses» se vaya produciendo «este movimiento de consolidación».

Situación de vulnerabilidad

De Guindos apuntó que estos movimientos llegarán «tanto a nivel doméstico entre las entidades medianas y pequeñas, como a lo largo y ancho del conjunto de la zona euro con una consolidación transnacional», lo que permitiría reducir la vulnerabilidad por la baja rentabilidad de la banca europea.

Por ello, recordó que en los próximos días el BCE hará público el análisis de vulnerabilidad al que ha sometido a la banca europea, subrayando que el mejor nivel de capital de partida de las entidades hace que los bancos europeos sean actualmente mucho más resistentes.

Todo ello en un contexto que continúa muy debilitado, no solo en España, sino en toda la zona euro. Este mismo lunes el BCE también publicó los datos de su balanza de pagos en la que se desvela que el superávit por cuenta corriente de los países del euro bajó un 73,3% en mayo por la crisis del coronavirus. Concretamente se situó en 8.000 millones de euros, frente a los 30.000 millones del mismo mes del año pasado y un 42 % menos que los 14.000 millones del pasado mes de abril.

La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por el intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, revela que el superávit en bienes es de 17.000 millones de euros, frente a los 27.000 de hace un año; de 5.000 millones en rentas primarias, en vez de los 8.000 de mayo de 2019; y 4.000 millones en servicios, 1.000 menos que entonces.