Mientras que las principales economías han disfrutado de una ventaja inesperada con el retroceso del interés que han de pagar por los bonos que emiten, algunos países emergentes han visto cómo las rentabilidades que se les exigen para darles crédito se mueven en la dirección opuesta.
Así, entre mediados de febrero y finales de abril, la rentabilidad del bono indonesio a diez años pasó del 6,5 al 8 %. En el caso de Sudáfrica escaló del 9 a más del 12 %, aunque bien es cierto que desde entonces se ha atemperado esa subida.
Más influencia que nunca
En la actualidad, las finanzas tienen una a influencia sobre los países y las personas que nunca antes habían tenido. A pesar de la crisis financiera y la percepción generalizada de que el peso de Estados Unidos en el mundo ha disminuido, casi dos tercios de las reservas de los bancos centrales todavía están compuestas de dólares. En la era del dinero mágico, esta ventaja será potente. En momentos de estrés, EE.UU. atraerá nuevas inversiones, aunque la Fed reduzca los tipos de interés, lo que provocará que el dinero sea abundante y barato. Mientras tanto, otros países serán tratados de manera menos generosa por los mercados. Y algunos serán penalizados con la exigencia de intereses más altos en el momento menos oportuno para ello.
(c)2020 Consejo de Relaciones Exteriores, editor de Foreign Affairs Distribuido por Tribune Content Agency, LLC. Traducción, Lorena Maya