Ana Zafira: «Echaba de menos a mi gente, tenía ganas de regresar a la actividad»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

CARMELA QUEIJEIRO

Esta camarera afirma que al principio le costó acostumbrarse a estar en casa sin trabajar y tenía miedo de perder su trabajo

03 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace dos años, Ana Zafira Portillo trabaja como camarera en la cafetería Golfox de Ribeira, una actividad que compagina con los estudios: «Mi intención es realizar un ciclo de Hostelería y Turismo en Santiago». Tras el decreto de estado de alarma del pasado 14 de marzo, fue una de las millones de empleadas para las que se tramitó un ERTE: «El primer mes no lo cobré, me ingresaron todo el dinero junto». El establecimiento en el que trabaja reabrió el 1 de junio y ella se incorporó el 12: «Estaba preparando unos exámenes y Juan -el propietario- me dijo que siguiera estudiando y que comenzaría cuando realizase la prueba».

Afirma que al principio le costó acostumbrarse a estar en casa sin trabajar y relata sus temores cuando se estableció la limitación de aforos en la hostelería: «Tenía miedo a perder mi trabajo, porque si el número de clientes era menor tampoco se necesitarían tantos camareros». Afortunadamente ha podido regresar a su empleo, aunque comenta que le «agobia mucho la mascarilla». Ana Portillo está contenta: «Echaba de menos a mi gente, tenía ganas de regresar a la actividad». Eso sí, explica que tras tantos meses de encierro «regresar a la rutina y tener que madrugar resultó un poco duro las primeras jornadas».

Cuando se le pregunta por el reencuentro con los clientes habituales, Portillo precisa: «Algunos vuelven a venir como antes, pero noto la ausencia de gente que acostumbraba a acudir y que ahora no lo está haciendo».