Las declaraciones de la renta de última hora colapsan las gestorías gallegas

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo Parra | Europa Press

Los contribuyentes más rezagados tienen hasta mañana para ajustar cuentas con Hacienda

29 jun 2020 . Actualizado a las 19:54 h.

El reloj corre para los contribuyentes más rezagados. Aquellos que todavía no hayan rendido cuentas con Hacienda cuentan apenas con un par de días para presentar su declaración de la renta.

Según el calendario de la Agencia Tributaria, este mismo lunes concluye el plazo para solicitar cita previa para atención telefónica o en oficinas; y mañana, martes, es el último día para presentar las declaraciones. Con los últimos coletazos del mes de junio también se pone punto y final a una campaña que pasará a la historia como una de las más atípicas. El coronavirus trastocó por completo los planes de miles de contribuyentes que cada año se encomendaban a la atención en oficinas como fórmula para saldar sus cuentas con el fisco. Pero el confinamiento dio al traste con su previsiones. Las citas presenciales, inicialmente programadas para el 13 de mayo, se tuvieron que atrasar hasta el 8 de junio, reduciéndose los plazos a la mitad con respecto a las campañas de otros años. Y en el momento en el que se abrieron las puertas de las instalaciones de Hacienda tampoco ayudaron las restricciones impuestas en lo que a distancia social se refiere. Los espacios y las mesas para tramitar el papeleo en las oficinas también se vieron ampliamente reducidos. «La presentación de la renta de forma telemática es algo que solo pueden hacer unos cuantos. Hay una parte de los contribuyentes muy importante que no puede optar por esta fórmula porque, o no tienen medios o, aunque los tengan, se encuentran con muchas dificultades», explica Rosa López, del Colegio de Gestores Administrativos. Esta experta reconoce que la campaña de este año ha sido diferente a la de otros ejercicios: «Nosotros hemos tenido un importante incremento de contribuyentes que no eran clientes habituales porque, ante el cierre de oficinas de la Agencia Tributaria, muchos optaron por las gestorías para solucionar todos estos trámites».

Ante la incertidumbre de las primeras semanas de confinamiento, muchos españoles optaron por esperar a que abrieran las oficinas para solicitar una cita. Tampoco ayudó a que se resolvieran los papeles en las primeras semanas el rumor que corrió de que el fisco finalmente cedería y ampliaría los plazos. No fue así, y el problema es que muchos de los más rezagados se toparon con que, a las puertas de que concluyera la campaña, no había ya citas disponibles y el teléfono de atención comunicaba todo el rato: «Hay gente que acostumbraba a hacer la declaración de la renta durante las primeras semanas de plazo y habían decidido este año esperar a ver si abrían las oficinas. Ahora se encuentran con que se les viene el tiempo encima y que no tienen forma de solucionar los papeles. Entonces están echando mano de las gestorías para poder rendir cuentas», explica López.

Pero también admite esta experta que el goteo de gente ha sido constante a lo largo de los últimos meses. Explica que desde mediados de mayo llevan notando la afluencia de público de manera importante: «La gente que acostumbra a solucionar los papeles pronto, los de primera hora y a los que no les gusta dejar todo para el final ya no esperaron a junio». A pesar de que fueron muchos los que exigieron alargar los plazos de este año, la Agencia Tributaria decidió mantener el calendario intacto a pesar de las dificultades que trajo consigo el coronavirus. Y lo hizo alegando que de esta forma los contribuyentes podrían empezar a recibir las devoluciones cuanto antes y defendiendo que el 88 % de ellos confeccionaba su declaración a través de las herramientas telemáticas. De hecho, durante los primeros días -coincidiendo con el confinamiento de la población-, la web del fisco recibió tal aluvión de visitas que Hacienda se encontró con numerosos problemas técnicos para mantenerla operativa.