ERTE: encuentros en la tercera fase

Catarina Capeáns SOCIA DE VENTO ABOGADOS Y ASESORES, RESPONSABLE DEL ÁREA LABORAL

ECONOMÍA

26 jun 2020 . Actualizado a las 07:17 h.

Por fin podemos dar la bienvenida al acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos para la prórroga de los ERTE. Es cierto que este retraso ha supuesto una lenta agonía para la mayoría de las empresas de este país, sobre todo para las que cuentan actualmente con un expediente de regulación temporal de empleo por fuerza mayor y no ven clara la recuperación de su actividad a corto plazo. Desde que se publicó el Real Decreto 18/2020, que fijaba como fecha tope de los ERTE el 30 de junio, muchos hemos estado esperando una prórroga con el fin de evitar la tramitación de cientos de ajustes de empleo por causas objetivas (ETOP).

El resultado de la espera ha sido finalmente positivo, pero nos queda la duda de qué hubiera pasado si no se aprueba la prorroga. ¿Tendríamos que tramitar una ingente cantidad de ERTE ETOP en los últimos cuatro días de junio, sábado y domingo incluidos? Sinceramente creo que merece una profunda reflexión la grave situación de inseguridad jurídica en la que nos manejamos, que obliga a tomar decisiones en medio de la modificación constante de nuestra normativa covid.

Cierto también, y es necesario reconocerlo, que los operadores jurídicos no están en una fácil posición, pero es necesario contar con una cierta previsión normativa para evitar estos apuros legislativos que en nada favorecen al mercado laboral. El mantenimiento de los ERTE de fuerza mayor para aquellas empresas que aun no hayan vuelto a la actividad es una medida muy esperada, aunque las exoneraciones se vayan reduciendo. Pero sigue preocupando el último trimestre: por ahora seguimos en una burbuja laboral de la que tendremos que salir reforzados cuanto antes.