Portugal sigue por delante de España en innovación

c. p. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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Las pymes españolas se quedan rezagadas en la adaptación a la economía digital

23 jun 2020 . Actualizado a las 20:25 h.

Ni es líder ni destaca por su apuesta clara por la innovación. La economía española sigue a la deriva, rezagada en la carrera por modernizar sus empresas y Administraciones. Es la conclusión que arroja el Cuadro Europeo de Indicadores de la Innovación 2020, publicado hoy por la Comisión Europea.

La mayoría de las pymes españolas apenas tienen capacidad para buscar soluciones innovadoras y competitivas a sus negocios. Las grandes compañías -que sí disponen de colchón para acometer inversiones-, tampoco lo hacen. Dedican a esta tarea muchos menos recursos que otras competidoras europeas. Es más, Bruselas sitúa a España como el país con «una de las mayores diferencias negativas en el gasto en I+D de sus empresas clave», y en el peso del empleo en las manufacturas y en el valor añadido de compañías extranjeras. La inversión pública, ni está ni se le espera.

El país sigue embarrado a mitad de tabla, aunque ha mejorado respecto al año pasado, peleando codo con codo junto a los países del Este, Grecia e Italia. Su nivel de innovación es «moderado», un eufemismo al que suele aludir Bruselas para suavizar sus notas en los exámenes. Cierran la lista Rumanía y Bulgaria, ambos suspenden estrepitosamente. Son «innovadores modestos».

Si hay una razón para ser optimistas esa es la calificación que obtienen los trabajadores. Las autoridades europeas señalan la excelente capacitación del capital humano. Tanto a nivel de doctorados como de formación superior y de educación a lo largo de la vida laboral. También aplauden el alto nivel de penetración de la banda ancha, facilitando la transformación digital de los negocios.

Éxito luso

Los problemas para competir en innovación se siguen agrandando si se tiene en cuenta que otros países y competidores directos, como Portugal, han dado un salto de gigante a otra división y ya han adelantado a España por la derecha. A pesar de atravesar los mismos problemas presupuestarios, el vecino luso ha sido uno de los socios que más ha mejorado gracias al esfuerzo de sus pymes, cabeza tractora de la innovación al otro lado de la raia. ¿La clave? La estrecha colaboración que han tejido entre ellas, los fuertes vínculos entre el sector público y privado y un mayor esfuerzo de financiación por parte de las autoridades públicas.

Si hay que elegir entre Portugal o España para investigar y desarrollar proyectos, Bruselas apunta que el territorio luso es más «atractivo» por las sinergias y las facilidades que ofrece. Es un «innovador fuerte».

De media, los resultados de innovación en la Unión Europea han mejorado un 8,9 % desde el 2012, pero apenas se ha movido desde el año pasado. De nuevo Portugal, junto a Grecia, Lituania, Malta y Letonia son los que mejores progresos han anotado.