Los expertos prevén que las compraventas se desplomen hasta un 30 % este año
15 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El covid-19 ha causado un trauma económico. También a la vivienda. Los primeros datos muestran un desplome de las ventas, que llegó al 71 % en abril, según los notarios. Además, en el primer trimestre los precios subieron a su menor ritmo desde el 2015. Y estas cifras solo recogen los primeros coletazos de la pandemia. El impacto, sobre todo en precios, irá a más.
Pero hay incertidumbre. No solo sobre la dimensión de la crisis, también sobre cómo hay que actuar. Si quiere comprarse una casa, ¿debe apresurarse porque puedan surgir chollos o mejor esperar por si en unos meses los precios son más bajos? Y si quería vender, ¿es mejor hacerlo cuanto antes o es preferible aguardar a que la economía se estabilice y haya más calma?
Pedro Soria, de Tinsa, estima que este año se producirá una caída de las transacciones de entre un 20 y un 30 %. En los precios, el retroceso oscilará, dice, entre el 5 y el 10 %. Ferrán Font, de Pisos.com, reduce la potencial caída de las compraventas a un 15 %, la misma cifra a la que eleva el impacto en los precios, aunque con fuerte heterogeneidad por zonas geográficas e incluso, dentro de la misma ciudad, por barrios. En esa misma línea, o por encima, apunta el consultor Eduardo Molet, que conseja no fiarse del rebote que pueda tener lugar a corto plazo por la demanda embalsada en los meses de inactividad.
Soria precisa que estas previsiones de caída de precios se centran en la vivienda usada, ya que espera «muy poco impacto» en la obra nueva. En este sentido, Miriam Goicoechea, de la consultora CBRE, considera que si bien las casas de segunda mano pueden caer entre un 6 y un 7 %, de media, el ajuste en las promociones nuevas rondará será, como mucho, del 4 %. El menor impacto en las casas nuevas se debe, explica Soria, a que «ya hay mucho producto prevendido», aunque no descarta que pueda haber cancelaciones de reservas. Lo ratifica Carlos Smerdou, de Foro Consultores: el 90 % de las viviendas a entregar este año están vendidas, y también la mitad de las del 2021. Además, según Daniel Cuervo, de APCEspaña, «las ventas ya firmadas se están manteniendo con total normalidad».
A ello se une que los promotores no tienen prisa por vender lo que les queda: no tienen problemas financieros, no se han cometido los excesos del bum anterior y, además, se están tomando la crisis como un paréntesis temporal. Por ello, salvo pequeños descuentos, en la vivienda nueva no se están viendo bajadas de precios, aclara Smerdou.
Hay coincidencia, por tanto, en que el impacto más fuerte lo sufrirá la segunda mano. Y en especial las casas ubicadas en los barrios trabajadores más golpeados por el desempleo, donde coincidirá la necesidad de vender con la dificultad de sus habitantes para comprar, una ecuación fatal.
No retrasar las compras
Pese al deterioro que sufrirá el mercado, los expertos no se muestran partidarios de retrasar operaciones. Font dice que si bien los precios caerán, pueden surgir ya oportunidades. Así, si se tiene la convicción de que se quiere comprar, aconseja estar atento a la evolución del mercado. Soria añade que los precios no bajarán tanto como para que «merezca la pena esperar», siempre y cuando se tenga asegurada la solvencia, puesto que las entidades financieras van a extremar las precauciones en la concesión de hipotecas.
Peor lo tendrán los vendedores. Soria afirma que si bien el peor momento, el del confinamiento, cuando se retiró oferta del mercado, ha quedado atrás, la demanda puede mantenerse algo más a la expectativa, a ver qué pasa. Entonces, el problema lo tienen los propietarios a los que les urge deshacerse de su piso: esa urgencia llevará aparejada una rebaja relevante. Si no existe tal premura, Font cree que hay que afrontar la venta de la vivienda «sin prisa y sin aceptar cualquier precio». Pero sugiere vender, aunque sin rapidez, sí lo más pronto posible.