Para intentar dar una respuesta a la pregunta, podemos analizar en detalle la cuenta de pérdidas y ganancias, pero debemos intentar visualizar la caja como un contenedor en el que se registra la entrada y salida de dinero. Pues bien, vemos que la compañía ingresó 2.600 millones menos (no entraron en caja). Pero, al mismo tiempo, redujo la compra de prendas en 1.028 millones (no salieron de caja). Por lo tanto, la diferencia se eleva a 1.572 millones. Como los gastos de explotación también los redujo en 400 millones, la cantidad resultante se sitúa en 1.172 millones. No tenemos en cuenta las amortizaciones y apreciaciones (aquí están los alquileres, que la multinacional está renegociando) porque se mantienen prácticamente estables. Así que tenemos 1.172 millones que entraron menos en caja. Sería fácil restar aquellos 900 millones a estos 1.172, y decir que la resultante sirvió para pagar mascarillas y respiradores. Pero no es el camino, porque este contenedor tiene otro tipo de movimientos, como el pago a proveedores o a Hacienda, y lo único que tenemos de él es una foto fija a día 30 de abril. Con lo cual, conocer el estado del flujo de caja se plantea imposible, y también resulta imposible afirmar que la multinacional, cuyos costes laborales superan los 1.000 millones cada trimestre, estaría en beneficios si no hubiese aportado recursos para la adquisición de material sanitario o se hubiese aprovechado de los ERTE que puso en marcha el Gobierno. Así que yo no puedo ir más allá e Inditex prefiere no decirlo.