La revolución en el recibo de la luz se pospone hasta el 2021

F. F. LA VOZ

ECONOMÍA

La pandemia retrasa la entrada en vigor de los cambios en la factura para fomentar el ahorro con la discriminación horaria

12 jun 2020 . Actualizado a las 19:32 h.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido retrasar la entrada en vigor de los nuevos peajes de transporte y distribución de electricidad hasta el 1 de abril del 2021, que supondrán toda una revolución en la factura de la luz doméstica, pues introducirán la tarifa de discriminación horaria como obligatoria para los clientes de mercado regulado. Ahora es opcional y supone un ahorro en el gasto familiar si el consumo se concentra en el tramo horario más barato. También incluirá una simplificación de esos períodos.

El regulador calculó que una familia podrá llegar a ahorrar un 6 % de gasto en luz.

Competencia ha decidido dar más tiempo a las compañías distribuidoras y comercializadoras de electricidad para que adapten los equipos de medida, los sistemas de facturación y los contratos a la estructura de la nueva metodología, pues durante el estado de alarma estuvieron volcadas en garantizar la continuidad del suministro energético y en llevar a cabo medidas como aplazar el pago de facturas a los consumidores.

Competencia ha vuelto a someter a información pública la circular de nuevos peajes eléctricos aprobada en enero, con el nuevo horizonte de aplicación para el 1 de abril del 2021.

Peajes y cargos

La estructura de costes del recibo de la luz no cambiará, seguirá siendo igual de compleja. Está compuesta por unos peajes de acceso, con los que se pagan los costes del sistema eléctrico, como el transporte y la distribución a las compañías que realizan esas funciones; y por cargos, que financian otros conceptos como las primas que perciben las energías renovables. Los peajes los determina Competencia —de hecho, se estrena en esta nueva atribución—, y los cargos, el Ministerio para la Transición Ecológica. Unos y otros se aplican sobre la factura de la luz casi al completo, aunque hay una parte pequeña de consumo de energía que se libra de conceptos extraños y que depende, por tanto, de los hábitos del cliente. Esta última supone en torno a un tercio del recibo final. El resto está en manos del legislador y del regulador, y de Hacienda, pues la luz está gravada con el IVA del 21 % y un impuesto especial del 5 %.

La apuesta por la discriminación horaria es la principal novedad que se avecina. Pese a ser la opción más ventajosa, no es la más contratada. Según datos de la propia CNMC, nueve millones de puntos de suministro disfrutan de una tarifa de discriminación horaria (la 2.0 DHA), frente a casi 18 millones que cuentan con una que no incentiva el consumo en los tramos horarios más ventajosos (2.0A).

Con la propuesta del regulador todos los clientes del mercado regulado (10,7 millones) pasarán directamente a tener discriminación horaria. En el mercado libre seguirá siendo opcional, pues las condiciones de esos contratos se pactan directamente entre las compañías y los clientes.