«Sin ingresos y enferma, ¿cómo voy a ver el futuro?»

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

ECONOMÍA

CAPOTILLO

Con tres hijos y tras meses en paro, a Noelia la acaban de rechazar para un trabajo por tener asma

21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Noelia Vilariño Gil camina por una calle de Pontevedra con sus tres hijos y su madre y lleva la sonrisa puesta. La hacen reír las ocurrencias de sus tres hijos, sobre todo de la más pequeña, que desde la sillita juega con los dos mayores, de 9 y 7 años. Sin embargo, dice ella que tendría más motivos para llorar que para reír. «A mí no solo me fastidió el tema del coronavirus, estaba mal antes y ahora mucho peor», empieza contando a pie de calle.

Noelia, de 30 años, explica que hasta hace unos meses trabajaba en una frutería. Pero su situación personal se complicó sobremanera, ya que inició los trámites para separarse de su pareja. Y, además, su estado de salud, siempre precario por un asma crónica, empeoró notablemente. Así que desde diciembre ya no trabaja fuera de casa. No está cobrando ni paro ni tampoco la ayuda familiar. «No tengo ingresos ahora mismo, estoy a cero. La ayuda familiar se la dieron a mi pareja, pero nos separamos. Y a mí no me corresponde», afirma ella mientras sus hijos, dos de ellos «con discapacidad reconocida», corretean con alegría por la calle.

Sin ingresos, la única opción que vio posible para sobrevivir fue irse a casa de su madre con los tres niños. La abuela asiente con la cabeza y dice: «Hay que ayudar para que salgan adelante, por lo menos aquí la casa es mía y no tengo que pagar alquiler». Si se le pregunta por el futuro, a Noelia se le borra la sonrisa de la cara y espeta: «Sin ingresos y enferma, ¿cómo voy a ver el futuro? Supongo que ahora habrá mucho menos trabajo. A mí me llamaron para uno, pero al decir que soy una persona de riesgo, porque tengo continuos ataques de asma, ya me dijeron que no. Con esto del coronavirus mi situación es peor», decía.

Su madre, a su lado, trataba de poner negro sobre blanco: «Esperemos que algún día pueda trabajar y yo me quedo con los niños, a ver si tenemos todos suerte».