La vicepresidenta asegura que «cualquier modificación» en materia laboral «se hará de forma dialogada con los agentes sociales»
22 may 2020 . Actualizado a las 08:45 h.Nadia Calviño hizo una llamada al orden. Dirigida, precisamente, a los miembros del Gobierno. Y lo hace después de la polvareda que levantó ayer la publicación del acuerdo al que llegaron los socios del Ejecutivo con Bildu para derogar la reforma laboral. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital se mostró categórica. Sostiene que es «absurdo y contraproducente» abrir el debate sobre derogar la polémica reforma laboral del PP en un momento como el actual, marcado por una crisis económica y social de gran calibre. También quiso mandar un mensaje de tranquilidad a los agentes sociales al aseverar que cualquier modificación en materia de trabajo se hará contando con su opinión.
En un foro organizado por el Círculo de Economía, Calviño aseguró que «con esta realidad sobre la mesa sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar la mas mínima inseguridad jurídica en este momento. Los contribuyentes nos pagan para solucionar problemas y no para crearlos».
Calviño admitió que se pueden dar cambios en el ámbito laboral, pero eso sí, «siempre con el objetivo claro de impulsar el empleo y la actividad económica a la vez que se protege a los trabajadores».
Aprovechó la ministra para lanzar un capote a sindicatos y, sobre todo, empresarios, que esta mañana decidían romper el diálogo con el Ejecutivo como forma de protesta por el acuerdo con Bildu. En este sentido, defendió que el equipo de Sánchez escucha y toma las medidas con los agentes sociales que, además, deben ser convalidadas posteriormente en el Congreso: «Esto no cambia. Cualquier modificación se hará de forma dialogada con los agentes sociales».
Insistió en volver a teder su mano para recuperar el diálogo con la CEOE y Cepyme: «Agradezco a los empresarios el compromiso y el esfuerzo que están haciendo. Las empresas tienen un papel clave en la recuperación y cuentan con el apoyo de este Gobierno». Y, así, también quiso resaltar el comportamiento «tremendamente responsable» de los agentes sociales.
Por ahora, defendió, el debate no está sobre la mesa. Tal y como explicó, la prioridad del Gobierno es controlar la pandemia y recuperar la actividad económica del país: «Es lo que hemos hecho y lo que seguiremos haciendo con el acuerdo de los agentes sociales y el esfuerzo de los contribuyentes».
Europa, clave
Europa volvió a centrar parte del discurso de Calviño que insistió en que el papel del club de los Veintisiete es clave en la gestión de la pandemia: «La respuesta debe ser europea y contundente». A la espera de recibir la respuesta de la Comisión Europea (prevista para la semana que viene), Calviño agradeció el esfuerzo que están llevando a cabo en los despachos de las instituciones comunitarias, «con avances muy importantes en tiempo récord».
En este sentido, la ministra recordó que la lucha contra los efectos del coronavirus que plantea el Gobierno español pasa por un plan de recuperación financiado por deuda europea. Por ello, Calviño valora de manera positiva la iniciativa publicada esta semana por Macron y Merkel. El presidente francés y la canciller alemana pusieron sobre la mesa la posibilidad de crear un fondo de 500.000 millones de euros destinado a las regiones y sectores más afectados por la pandemia. Y con estos mimbres puestos por dos de los socios con más peso dentro del Viejo Continente, la ministra de Economía espera que la propuesta de Bruselas «sea una buena base para que tengamos cuanto antes un acuerdo y visión de futuro conjunta».
También expuso las cifras macro que manejan en el Ejecutivo. Por ello, apuntó que el impacto de esta pandemia se traducirá en una contracción del PIB por encima del 9 % este 2020, y un crecimiento de la economía del 6,8 % en el 2021. Para intentar mitigar estos efectos, destacó que el Gobierno ha puesto en marcha medidas de liquidez, emitiendo avales del ICO por valor de 40.700 millones de euros, gracias a los cuales se han movilizado 53.600 millones de euros de financiación. También subrayó los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), a los que se han acogido unas 550.000 empresas y más de tres millones de trabajadores, «que están cobrando una prestación cuando en circunstancias normales no tendrían derecho a la misma».
Pese a todo, las previsiones son que el déficit público supere el 10 % del PIB y la deuda pública alcance el 115 %. «Esto requiere del compromiso de todos, de los agentes sociales, ciudadanos y el tejido empresarial, que ha sido tremendamente responsable y cuyo papel es clave de cara a la reconstrucción», finalizó.
