La vuelta a la oficina, casi un traje a medida

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Europa Press

La flexibilidad marca la desescalada del teletrabajo, que cada empresa ajustará a sus necesidades

18 may 2020 . Actualizado a las 08:47 h.

Recién cumplidos dos meses del decreto del estado de alarma que provocó la eclosión del teletrabajo, la desescalada trae consigo la vuelta paulatina a muchas oficinas. El Banco de España cifró en nada menos que el 80 % el número de empresas que durante esta crisis pusieron a su plantilla a trabajar en remoto, en cuya regulación anda ahora el Gobierno. En cualquier caso, y aunque esta fórmula parece haber llegado para quedarse (se estima que más del 30 % de los empleos podrían desarrollarse a distancia), muchas compañías están retornando al trabajo presencial. Esta vuelta a la nueva normalidad laboral será prácticamente un traje a medida que permitirá a cada empresa adaptarlo a sus necesidades específicas, ya que la flexibilidad será una de las claves para que el retorno al despacho se realice de forma segura y eficiente. Las principales cuestiones sobre cuándo y cómo solventar las limitaciones impuestas por el virus se abordan a continuación:

¿Cuándo habrá que regresar a la oficina?

Será cada empresa quien lo decida. El Ejecutivo ha prolongado el teletrabajo -siempre que sea posible- como opción preferente hasta tres meses después de que finalice la vigencia del estado de alarma, «sin perjuicio de que, en atención a las circunstancias, quepan prórrogas adicionales por parte del Gobierno», como recuerdan CEOE y Cepyme en su guía práctica de aplicación de medidas de carácter laboral y de Seguridad Social.

De acuerdo con el plan de desescalada del Gobierno no sería hasta la tercera y última fase -en el mejor de los casos, y en función de la evolución de las comunidades, comenzará el 8 de junio- cuando deberán activarse los «protocolos de reincorporación presencial a las empresas para la actividad laboral», con el uso de equipos de protección y medidas de seguridad, horarios escalonados para evitar aglomeraciones y, lo más importante para las familias con menores, mayores o dependientes a cargo, «garantías de conciliación».

¿Cuáles serán las nuevas medidas de seguridad?

«La principal fuente de generación de estrés en la vuelta a la oficina es el miedo al contagio. Para atenuarlo, es importante sentirse en un entorno controlado, serio y riguroso en cuanto a la aplicación de protocolos de seguridad e higiene. El tránsito a la ‘nueva normalidad’ en un entorno de seguridad y confort para la gente es el reto fundamental», resume Carlos Viladrich, director de recursos humanos del Grupo Adecco, que acaba de lanzar una guía para una reincorporación segura.

Entre las medidas principales destacan la necesidad de mantener siempre una distancia mínima de dos metros entre compañeros, así como «evitar, en la medida de lo posible, las reuniones». Tampoco se podrán compartir ordenadores, teléfonos o cualquier otro dispositivo, y los espacios comunes -de abrirse- mantendrán un aforo limitado.

Desde Adecco aconsejan que en estas primeras fases de vuelta a la oficina se opte por el trabajo presencial en jornada reducida y continuada, para evitar las pausas, «que son sinónimo de interacción, contacto y, por tanto, riesgo de contagio».

Apuntan también la necesidad de intensificar los controles de acceso y escalar los horarios de entrada y salida para evitar las aglomeraciones, un aspecto en el que incide el secretario confederal de Salud Laboral de CC.OO., Pedro José Linares. «Debe haber un período transitorio que permita negociar cómo se vuelve de forma segura: flexibilizar horarios para que no toda la plantilla entre y salga a la vez, también reducir el número de trabajadores en la oficina, teletrabajando algunos días, por ejemplo, o priorizando para continuar en remoto a quienes sean vulnerables o tengan patologías», apunta.

¿Qué pasa con los trabajadores vulnerables?

La guía de CEOE y Cepyme recuerda que el Ministerio de Sanidad ha definido como «grupos vulnerables» a personas con diabetes, enfermedad cardiovascular, incluida hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia, cáncer en fase de tratamiento activo, embarazo y mayores de 60 años. En este sentido, desde Adecco indican que los trabajadores que manifiesten alguna sintomatología y los que pertenezcan a algún colectivo de riesgo «no tendrán que ir al centro de trabajo», por lo que muchas grandes empresas están alargando ya hasta el próximo año su incorporación paulatina al puesto presencial.

La guía de la patronal matiza que un empleado vulnerable no es lo mismo que uno especialmente sensible al virus, por lo que para clarificar su situación -y tomar «las decisiones técnico-preventivas adaptadas a cada caso»- deber realizarse una evaluación técnica por el servicio sanitario del servicio de prevención de riesgos laborales.

¿Cómo se gestionará la necesidad de conciliar, que persiste con el cierre escolar?

Es otro de los elefantes en la habitación que genera la vuelta a la oficina, ya que sin centros educativos y sin la posibilidad de dejar a los menores al cuidado de los abuelos, para no ponerlos en riesgo, se multiplican los hogares en los que no habrá más opción -pese a las dificultades- que la de seguir teletrabajando. Muchas compañías, de hecho, ya han diseñado sus protocolos con escenarios que retrasan la vuelta a la oficina hasta después del verano.

Desde el Ministerio de Trabajo subrayan que tras el inicio del estado de alarma aprobaron el bautizado como Plan Mecuida para amparar la solicitud de reducción de jornada (con ajuste proporcional de salario) y permisos para el cuidado «por circunstancias excepcionales derivadas del covid-19». Dichas medidas, igual que el teletrabajo como opción preferente, permanecerán vigentes hasta tres meses después de expirar el estado de alarma.