El PP culpa al Gobierno de que EE.UU. adjudique a Italia diez fragatas

REDACCIÓN LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE PARDO

Los astilleros españoles concurrían por el diseño de los buques en alianza con General Dynamics

02 may 2020 . Actualizado a las 13:14 h.

La adjudicación de diez fragatas por parte de Estados Unidos a la empresa italiana Fincantieri, un contrato por el que pujaba la sociedad estatal Navantia, ha desencadenado ya las primeras reacciones políticas. La presidenta del PP de Cádiz, Ana Mestre, ha denunciado el «jarro de agua fría» que cae sobre los astilleros gaditanos y el conjunto de la industria española, y no ha dudado en señalar directamente al Gobierno central de PSOE y Podemos. A su entender, el Ejecutivo está devolviendo al sector a los peores tiempos, con «diques vacíos y pérdidas de empleos».

Según el PP, la pérdida del contrato con EE.UU. es «otra más de las grandes oportunidades de empleo fallidas desde que gobierna Pedro Sánchez», en referencia a los contratos del tercer petrolero o el de las fragatas australianas; Ana Mestre ha recordado también cómo se puso también «en serio peligro» el contrato con Arabia Saudí para la construcción de varios buques de guerra. «El Gobierno está echando por tierra todo el trabajo que desarrolló el Ejecutivo de Rajoy en favor de la industria naval, que tenía ante sí grandes expectativas de empleo y futuro», porque «no ha sido capaz de cerrar ni un solo nuevo contrato de construcción naval, por su falta de interés y las pésimas relaciones internacionales que mantiene con países como Estados Unidos».

El PP ha anunciado que va a presentar una pregunta para que el Gobierno dé cuenta de los motivos de la no consecución de estos contratos y las gestiones que está llevando a cabo para garantizar la carga de trabajo para el sector naval. La US Navy dio a conocer su decisión el último día de abril, en plena pandemia internacional por la crisis del coronavirus. Los astilleros españoles tenían puestas muchas expectativas en este concurso, que se ha adjudicado por más de 5.000 millones de euros. Sin embargo, pese a las críticas del PP, y como viene sucediendo en las últimas competiciones para la construcción de buques a nivel internacional, no iba a suponer carga de trabajo para las factorías públicas en territorio español. Navantia aportaba en su alianza con General Dynamics el diseño de las F-100, el mismo buque que fabricó hace dos décadas para la Armada española y en el que se basó las F-310 para la de Noruega, a principios de los 2000.