Contratos a largo plazo y compensaciones por el CO2 y las renovables

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

02 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ala Comisión Europea no le gustan las subastas de interrumpibilidad, por eso están condenadas a la desaparición, e insta a los Estados a que adopten otras medidas para ayudar a sus industrias a ser competitivas. El Gobierno español ha propuesto tres mecanismos principalmente, incluidos en el estatuto del consumidor electrointensivo. Una de ellas, la suscripción de contratos de compra y venta de energía eléctrica a largo plazo (los PPA o power purchase agreement) directamente con una central de generación renovable, en lugar de adquirirla en el mercado mayorista. A la patronal electrointensiva le parece una fórmula interesante para conseguir energía más barata, pero Fernando Soto resalta que, de momento, no hay ofertas lo suficientemente atractivas, no a precios más competitivos que los de mercado. Así que no puede cuantificar su impacto. Sí lo hace con las otras dos medidas contenidas en el estatuto. La principal, una compensación por el precio que tienen que pagar para comprar derechos de emisión de CO2. El año pasado se repartieron 174 millones, aunque la partida puede superar los 200 millones anuales sin que la Comisión Europea frunza el ceño. El director general de AEGE calcula que si se alcanza la cifra máxima, el ahorro para la industria puede alcanzar los 5,5 euros por megavatio hora. Pero, el problema de las compensaciones por el dióxido de carbono, es que es una partida de los Presupuestos Generales del Estado. Con lo cual, depende de negociaciones políticas. El borrador de estatuto presentado en febrero pasado incluye otra medida: una bonificación directa en la factura eléctrica en el apartado de cargos dedicado a financiar las primas a las renovables, la cogeneración de alta eficiencia y los extracostes de los sistemas eléctricos insulares. El ahorro por esta vía supone 0,54 euros por megavatio hora.

En suma, entre los dos últimos mecanismos, sin contar los PPA, seis euros menos para la industria, cuando las subastas le garantizaban un abaratamiento de entre 4,5 y 9 euros por megavatio hora, según las estimaciones de Soto.