Gasto público a tiempo para suavizar el impacto de la destrucción de empleo

Mila Méndez Otero
Mila Méndez A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE PARDO

El informe de la OIT sobre la repercusión del coronavirus habla de la «peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial»

27 abr 2020 . Actualizado a las 12:17 h.

Después de la emergencia sanitaria y humana, la crisis generada por el coronavirus extiende sus tentáculos al mercado laboral. El turismo, uno de los sectores que más está sufriendo, representa el 14,6 % del producto interior bruto (PIB) de España, donde el FMI pronostica un paro del 21 % a finales de año. Ante esta emergencia mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ultima un informe que presentará la próxima semana. Uno de los analistas que redacta este estudio, el economista Roger Gomis, desgrana los puntos del documento del organismo dependiente de Naciones Unidas. Reconocen áreas y zonas más vulnerables por su sistema productivo. España es una de las «más afectadas», pero «todo puede cambiar», anticipa.

impacto laboral

Peor que en el 2008. «A escala global, estamos ante la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. En economías en desarrollo, el impacto en la actividad laboral está siendo claramente más pronunciado. En las desarrolladas, en poco más de un mes se han alcanzado caídas de la actividad que, en el caso de la crisis financiera, tardaron varios trimestres o años en materializarse, dependiendo del país, dice Gomis.

respuesta

Mayor rapidez. «Esta crisis presenta tres elementos característicos: la magnitud de la caída de actividad, la velocidad con la que se materializa y su alcance global. Durante la crisis financiera, grandes economías emergentes mantuvieron un fuerte crecimiento que ahora se prevé difícil. Precisamente por esta razón, es muy importante tomar medidas de mitigación ambiciosas, implementarlas rápidamente y de forma coordinada a nivel internacional», defiende el analista de la OIT.

países más vulnerables

El caso de España. «Desde la perspectiva de la estructura económica, hemos identificado aquellos sectores con mayor riesgo de disrupción en la actividad. Aunque hay diferencias entre los países de la Unión Europea, no son tan grandes como muchos piensan. Sin embargo, es cierto que, en la presente situación, la evolución de la pandemia y las medidas de salud pública tomadas para combatirla son el factor principal que determina el impacto en el mundo laboral. De momento, el sur de Europa se ha visto más severamente afectado, aunque esta situación podría cambiar. Además, hay que remarcar que las consecuencias económicas y sociales van a depender críticamente de qué políticas mitigatorias (programas de apoyo a empleados, a empresas y de mantenimiento de lugares de trabajo) se tomen.

medidas de soporte

Turismo y hostelería. «El sector de hostelería y restauración ha sido identificado como uno de los más vulnerables ante la pandemia. Las medidas de salud pública como el confinamiento acarrean un descenso drástico de la actividad para el sector. Para que se pueda retomar la actividad cuando la situación lo permita, hay que asegurar medidas de soporte a empresas y trabajadores afectados», incide.

presupuesto estatal

Aluvión de ERTES. «Las medidas de apoyo a empresas y empleados, especialmente las que están destinadas a mantener los puestos de trabajo, son necesarias para hacer frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Si bien es cierto que acarrean un coste presupuestario considerable, no tomar este tipo de medidas sería mucho más elevado», remarca el economista.

estado de la banca

Mejor salud financiera. «El mejor estado del sistema financiero, por lo menos en comparación a la situación de 12 años atrás, es un elemento positivo. Una mayor fragilidad podría producir una ampliación y propagación del shock inicial», admite.

propuestas de la oit

Plan de choque. «En la segunda edición del Observatorio de la OIT sobre el covid-19 se destaca la importancia de implementar una política monetaria y fiscal expansiva. Esto, al mismo tiempo que se proporcionan ayudas de soporte directas dirigidas a trabajadores y empresas, con especial atención a medidas de mantenimiento de puestos de trabajo. También se considera prioritario que la búsqueda de soluciones se base en el diálogo social, y que se garanticen la seguridad y salud en el trabajo. La OIT seguirá trabajando con los agentes sociales y los Estados miembros sobre estos ejes, tomando como base las Normas Internacionales del Trabajo», concluye el economista de la Unidad de Producción y Análisis de Datos de la OIT.