El abogado cree que las ayudas son clave para que las pymes resistan y sobrevivan, «porque los clientes no se han acabado»
24 abr 2020 . Actualizado a las 20:50 h.Francisco Prada Gayoso (Valdeorras, Ourense, 1944) lleva más de 40 años resolviendo situaciones de insolvencia empresarial. Exinspector de Hacienda, auditor, economista y abogado, es presidente fundador del despacho PradaGayoso, y ha asesorado reestructuraciones como las de Nózar, Quabit o la más reciente de Dia. También ha sido administrador concursal del Deportivo y del Celta, desde su experiencia, opina que aún hay tiempo para evitar el desmoronamiento de pymes y autónomos. «Sería un desastre», afirma.
-En enero España tenía 4.000 expedientes de regulación temporal de empleo. Tras un mes en estado de alarma hay 500.000. ¿Vamos hacia una crisis peor que la que vivimos desde el 2008 al 2014?
-La situación es diferente. En la anterior, nos dimos cuenta de la envergadura de la crisis cuando ya habían pasado varios años. Ahora estamos en el origen, y es normal que tengamos tendencia a pensar que va a ser peor, pero nos faltan datos para poder afirmarlo con rotundidad. Quiero pensar que tantos políticos van a poner soluciones.
-Algunos datos tenemos: entre marzo y lo que va de abril hay 485.000 parados más. Y habrá que ver cuántos negocios ahora cerrados van a volver a abrir.
-Es cierto que muchos negocios que ya tenían dificultades antes de esta crisis se quedarán por el camino. Pero no podemos pensar que todo el sector de la hostelería o de servicios no va a volver. Volverán, con las costumbres cambiadas, o de forma diferente. El problema es el tiempo. Que esto no se alargue.
-¿Veremos caer grandes empresas, o es más una crisis de autónomos y pymes?
-La gran empresa tiene más resortes para salir adelante, pero el 90 % de la actividad económica está en manos de las pequeñas y medianas empresas. Por eso es tan importante arbitrar medidas que realmente ayuden a mantenerlas, y quiero pensar que es eso lo que se está haciendo.
-Las empresas se han agarrado de forma masiva a los ERTE, pero ya se habla de un inminente colapso judicial por la avalancha de concursos en camino.
-Es fácil predecir ese escenario, pero yo soy más partidario de pensar que aún estamos a tiempo de evitarlo. Se trata de aguantar, de resistir, para evitar los concursos. No podemos pensar que se han acabado los clientes. Por eso insisto en la necesidad de implantar medidas de liquidez que ayuden a las empresas, pero también a los trabajadores, porque también es necesario que las personas tengan capacidad de pagar sus gastos. O todos conseguimos que funcione o esto va a ser un desastre. Por eso la clave no puede ser cuántos concursos se van a presentar, sino cuántos concursos vamos a evitar para que las empresas no caigan.
-España tiene desde hace cuatro años una ley de segunda oportunidad que no permite exonerar deudas con la Seguridad Social ni con Hacienda. Eso ayudaría a mucha gente a volver a empezar.
-La ley de segunda oportunidad no funciona en España ni en la mayoría de los países que la tienen. Por eso las autoridades comunitarias han exigido esa reforma y España tiene un mandato legal que vence en junio del 2021 para adaptarla y hacer que funcione, sin diferenciar la deuda contraída con las Administraciones, ni con Hacienda. Dadas las circunstancias, no cabe esperar un año, la modificación de la ley de segunda oportunidad es una emergencia legal.
«Más del 90 % de los procesos de insolvencia terminan en liquidación»
Según Francisco Prada Gayoso, los procesos de insolvencia en España son completamente ineficaces. «La enorme mayoría, más del 90 % terminan con la liquidación de la empresa, generalmente mal ejecutada», afirma. Por eso apela a la calma antes de tomar una decisión precipitada.
-¿Qué asuntos están llegando estos días a su despacho?
-Me llega mucha preocupación por la incertidumbre. Por ejemplo, un problema que me plantean es que las líneas de liquidez en forma de préstamos puestas a disposición de las empresas limita a las sociedades que han estado en concurso de acreedores. Y no es una cuestión menor. Estamos hablando de 23.000 empresas, con más de 60.000 trabajadores que técnicamente no puede acogerse a estas ayudas.
-Y ante la incertidumbre, ¿cuál es su consejo?
-Nuestro consejo siempre es esperar y no precipitarse.
-Ha llevado los concursos de equipos de fútbol como el Deportivo y el Celta. De momento el espectáculo se ha acabado. ¿Ya se ha puesto en contacto con usted algún equipo?
-No, la verdad. Aunque la incertidumbre es grande. ¿Qué sentido tiene sin espectadores? El fútbol está abocado siempre al concurso de acreedores porque las decisiones se toman en base a previsiones. Al final no pueden cumplir esas previsiones, bajan de categoría y muchos futbolistas tienen cláusulas de que solo juegan en primera división, por lo que acaban entrando en concurso.