El petróleo cotiza en negativo por primera vez en la historia

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Mohssen Assanimoghaddam / dpa

El precio en el mercado de Estados Unidos se desploma y el barril de Texas cierra los contratos para mayo a -37,63 euros por barril. Este hecho histórico desploma las bolsas europeas y americanas

05 may 2020 . Actualizado a las 20:50 h.

Tanto petróleo hay que nadie quiere, que los precios del oro negro están en mínimos históricos. El brent, de referencia en Europa anda por los 26 dólares el barril, un nivel incluso algo inferior al alcanzado en enero del 2016 (el día 20 de ese mes, 27,68), cuando tocó un suelo no visto desde el 2003. Pero al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, el drama es mayor, porque el barril de Texas cotizó este lunes en negativo por primera vez en su historia. Concretamente, a -37,63 dólares por barril. O sea, los productores norteamericanos pagan para que les compren la materia prima.

 Así que el augurio que lanzaba hace un mes Paul Sankey, analista de Mizuho Securities, de que el petróleo se hundiría hasta los cero dólares, o incluso a terreno negativo, no era tan descabellado. 

Y todo ocurre porque hay demasiado crudo en el mercado. No sería así si el coronavirus no se hubiera cruzado en el camino, pero lo ha hecho, y el desplome de la demanda es tal y en tan poco tiempo (de un 30 %, según la Agencia Internacional de la Energía, la AIE) que ha pillado con el pie cambiado a los países productores, que han reducido oferta, pero no lo suficiente. Pero es que, además, de que nadie compra petróleo, ya casi no queda sitio en los depósitos para guardarlo.

Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School, calcula que en mes y medio se agotará del todo ya la capacidad de almacenamiento. Conclusión, «van a tener que recortar producción y cerrar pozos», afirma concluyente.

La AIE avisó hace unos días de que el 2020 sería «el peor año de la historia para el petróleo» y alertó de que el exceso de oferta pondría a prueba la capacidad mundial de almacenar crudo, con el riesgo de que la saturación en algunos yacimientos obligue a parar la producción.

A la vista de lo que está ocurriendo, Higueras concluye que el acuerdo alcanzado hace unos días por la OPEP (más bien Arabia Saudí) y Rusia para recortar oferta —después de unas semanas en guerra— es totalmente insuficiente, «no sirve para nada». Además, explica que, a diferencia de lo que ocurre en los países productores tradicionales, en los que son los Gobiernos los que marcan la política petrolífera, en Estados Unidos, son miles de pequeños empresarios que se han hecho de oro gracias a la técnica del fracking y que no atienden a razones para bajar producción así como así.

A Higueras le parece una exageración plantear un escenario de precios cero, al menos para el brent, pero sí estima que las cotizaciones van a seguir bajando hasta los 15 dólares por barril de referencia en Europa, lo que supondrá una «catástrofe» para los países que viven del crudo, y también para las petroleras, como Repsol. El analista de la EAE Business School considera que muchos Estados deberán ir pensando en transformar sus sistemas económicos para no depender tanto del crudo, como ya tuvo que hacer Catar, por ejemplo.

Higueras no recuerda una situación como la que se está viviendo en la actualidad, claro que «no hemos vivido una posguerra», asume.

Alfredo Arahuetes profesor de Economía de Comillas ICADE: «Nadie compra petróleo, no tienen ni dónde guardarlo»

Alfredo Arahuetes, profesor de Economía en la Universidad de Comillas-ICADE, resume que el desplome de los precios del petróleo se debe a un descalabro de la demanda más intenso del previsto y a que la producción no se ha ajustado todavía lo suficiente. El mercado está inundado de oro negro.

-¿Le parece una exageración que el precio del petróleo llegue a costar cero dólares?

-Si lo dijo un experto no irá tan desencaminado. Lo que ocurre es que la demanda está teniendo un abril negro como el propio petróleo. Se está comportando mucho peor de lo que apuntaban las previsiones y aunque los países productores han acordado reducir oferta no han conseguido ajustarla. Se estaba produciendo a niveles muy altos para un ciclo económico diferente truncado por el coronavirus, mientras que la demanda se ha desplomado un 30 % y alcanza niveles de los años 92 y 93. Además, hay mogollón de petróleo en el mercado, mucha gente ofreciéndolo y nadie comprándolo, porque tienen la capacidad de almacenamiento llena. Incluso lo están guardando en barcos. Supongo que habrá que cerrar pozos petrolíferos, o al menos, dejarlos en mínimos.

-¿Recuerda una situación parecida?

-Como la de ahora no se ha producido antes y mira qué ha habido shocks petroleros, pero todos tuvieron circunstancias diferentes. Está el mundo entero en recesión al mismo tiempo y de forma brusca.

-Los precios del petróleo empezaron a bajar a principios de marzo porque los inversores tenían miedo a que cayese la demanda. Es decir, lo que empezó como un sentimiento se ha convertido en realidad.

-La incertidumbre ante lo desconocido del principio ha cobrado cuerpo y es real, sí.

-¿Cómo ve el futuro a corto-medio plazo?

-Si China consigue recuperarse y el resto de los países controlan la pandemia los precios se pueden estabilizar, este año o el que viene.

-¿Qué tiene de bueno este escenario de precios tan bajos?

-Que los países, como España, que tienen que importar petróleo pagarán una factura bastante más barata, pero para los productores es un desastre.

La distribución de carburantes se desploma una semana más

Las salidas de gasolinas desde las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) -posee una en A Coruña, enfrente de la refinería de Repsol- cayeron un 81 % la semana pasada, mientras que las de gasoil de automoción descendieron un 55 % respecto a la misma semana del año pasado, según datos del operador de productos petrolíferos. La empresa destaca el desplome de carburantes para la aviación es todavía más pronunciado: 93 %.

Mientras, Citadel, la gestora fundada por el magnate estadounidense Kenneth Griffin, ha aflorado una participación del 1,021 % en Repsol, convirtiéndose en el cuarto máximo accionista de la petrolera española, por detrás de Sacyr, que posee el 8,2 %; JP Morgan (6,85 %); y Blackrock (4,99 %).

Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Citadel declaró a finales de la pasada semana que había superado el 1 % del capital. Así, el fondo cuenta con un paquete de 15,988 millones de acciones de la compañía, que a los actuales precios de mercado tiene un valor de unos 120 millones de euros.

El fondo Citadel Multi-Strategy Equities Master Fund tiene sede en las Islas Caimán. Además, es un viejo conocido del mercado español, donde ha irrumpido en capitales de otras compañías como Dia o IAG, donde recientemente aprovechó para duplicar su presencia hasta el 2,15 % en la compañía ante su desplome en bolsa por la crisis del coronavirus.

JP Morgan también aprovechó hace un mes el actual entorno bajista en los mercados para incrementar su presencia en el capital de Repsol hasta ese 6,85 %, tras comunicar derivados financieros sobre el 4,73 % del capital de la petrolera.

Repsol cae este año un 40 %

La compañía presidida por Antonio Brufau acumula en lo que va de año un descenso en bolsa de más del 40 %, lastrada por las abruptas caídas del petróleo.

La actual crisis por la pandemia del Covid-19 ha llevado al Gobierno a blindar a las grandes empresas españolas cotizadas del Ibex o las que se consideren sectores estratégicos frente a potenciales ofertas hostiles de compra de inversores extranjeros aprovechando el desplome en sus cotizaciones.

De hecho, está prohibido que ningún inversor extracomunitario pueda adquirir más de un 10 % del capital de una empresa española.