El virus arrebata a China un 6,9 % de su riqueza en el primer trimestre

La Voz

ECONOMÍA

THOMAS PETER | Reuters

El PIB del gigante asiático se contrae por primera vez desde 1976, al final de la Revolución Cultural

17 abr 2020 . Actualizado a las 20:31 h.

La economía china también ha caído contagiada ante el impacto del coronavirus. El país oriental registró en el primer trimestre su primera bajada del PIB (que se contrajo un 6,8 %) en más de cuatro décadas. Eso sí, los analistas no ven el panorama tan negro. Porque muchos aseguran ver en algunos datos de marzo el inicio de una recuperación que, no obstante, será más lenta que la caída. De hecho, el desplome acabó siendo algo más acusado de lo esperado por los expertos, que apostaban por una bajada de en torno al 6 %. De cualquier manera, parecía claro que iba a registrarse el peor desempeño del producto interior bruto desde que comenzó la serie histórica, en 1992, y también de las estimaciones de los años anteriores, en los que se usaban estándares soviéticos de medición económica.

En esta bajada, la peor desde 1976, el sector más afectado fue el secundario, que cayó un 9,6 %, seguido del terciario (-5,2 %) y del primario (-3,2 %). En términos nominales, el PIB chino se situó en 20,65 billones de yuanes (2,92 billones de dólares, 2,69 billones de euros) hasta marzo, un 3,2 % interanual inferior.

Y, con respecto al último trimestre del 2019, se calcula que la caída en términos ajustados fue de en torno al 10 %, mientras que en términos anualizados -medición empleada para estimar el ritmo de expansión económico- fue del 34 %.

Desplome generalizado

La Oficina Nacional de Estadística china (ONE) también hizo públicos otros indicadores hoy, que siguen, sin excepción, la tendencia a la contracción que ha experimentado la economía china en los primeros tres meses del año. La producción industrial cayó un 8,4 % interanual en el trimestre, con el sector manufacturero llevándose la peor parte (-10,2 %) y más impacto para las empresas privadas que para las estatales.

Peor aún fue la caída de las ventas al por menor, pilar del consumo -sobre el que Pekín quiere cimentar el nuevo modelo económico chino y que será clave en la recuperación poscoronavirus-, del 19 %. Como era de esperar, los productos que mejor resistieron fueron los alimentarios y farmacéuticos.

En estos datos de ventas también destaca el papel del comercio electrónico, que cayó un 0,8 % interanual y que, de hecho, atrajo casi un 40 % más de inversión en este período en el que cientos de millones de chinos prácticamente no salieron de sus casas. No obstante, la inversión general en activos fijos se desplomó un 16,1 % interanual.

Evitar la recesión

El objetivo de Pekín es ahora evitar entrar en recesión, lo que obliga a la economía china a registrar un crecimiento interanual positivo en el segundo trimestre del año. Y todo parece indicar que podría conseguirlo: pese a los desplomes de los indicadores en el trimestre, en el mes de marzo se registraron contracciones mucho más leves en producción industrial y de servicios o inversión en activos fijos, aunque las ventas al por menor no se recuperaron tanto y en marzo todavía registraban una caída interanual del 15,8 %.

Entretanto deberá vigilar también el impacto de la crisis sobre los trabajadores: en el primer trimestre la renta per cápita disponible cayó un 3,9 % en términos ajustados y el desempleo urbano llegó a superar el 6 % en febrero, mientras que en todo 2019 había oscilado entre el 5 y el 5,3 %.

Todavía no hay objetivos oficiales de crecimiento para el año debido a que la reunión anual del Legislativo, en la que se fijan, fue pospuesta y no se celebró en marzo tal y como estaba originalmente previsto. El Fondo Monetario Internacional (FMI) situó recientemente su previsión para 2020 en un avance del 1,2 %, mientras que antes de la pandemia lo hacía en un 6 %.

Sin embargo, y pese a que la ONE habla de la «dura prueba» que ha supuesto el brote de la COVID-19, las autoridades celebran la «aceleración de la reanudación del trabajo y la producción» y afirman que durante todo este tiempo «el sustento básico de la gente estuvo bien garantizado» y hablan de «estabilidad general» social y económica.

También llama la atención que en el informe estadístico se mantengan algunos objetivos que se había marcado Pekín para este año como erradicar la pobreza extrema o «construir una sociedad moderadamente próspera en todos los sentidos», aunque no hay mención alguna al de duplicar en 2020 el PIB de 2010, si bien este último lo había establecido el anterior líder del país, Hu Jintao.