El virus debilita el mercado laboral: en el 85 % de los concellos se destruye empleo

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Los ayuntamientos con fuerte peso de la industria y el turismo son los más castigados

15 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi 900.000 empleos destruidos en España en la última quincena de marzo, los mismos que en los cinco meses posteriores a la caída de Lehman Brothers, el detonante del crac financiero del 2008. La crisis del coronavirus trasciende del ámbito de la salud y se ha convertido en una amenaza de primer orden para el bienestar económico y social en todo el mundo. Porque el impacto es generalizado. Lo muestra, en el caso del empleo, el dato de la afiliación por ayuntamientos durante el pasado mes de marzo, que la Seguridad Social acaba de hacer público y que revela que, con mayor o menor intensidad, el golpe en el mercado laboral se siente en todo el territorio gallego.

De acuerdo con la estadística, en 266 de los 313 concellos de la comunidad, el 85 % del total, se destruyeron puestos de trabajo el mes pasado. En otros 13 el contador de cotizantes se mantiene estable respecto a febrero y solo en 34 se constata un ligero repunte de afiliados. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que la comparación se establece entre el último día laborable de marzo y el cierre de febrero, por lo que el impacto de la crisis del COVID-19 queda parcialmente mitigado por la creación de empleo durante los diez primeros días del mes, en los que la inercia seguía siendo positiva. De hecho, si se analiza la evolución de la afiliación en el conjunto de marzo, la pérdida de cotizantes en Galicia fue de 32.353, algo inferior a los 36.000 que, según los cálculos de la propia Seguridad Social, se dieron de baja desde que se iniciaron las medidas de contención, lo que indica que el impacto por concellos habrá sido más grave del que refleja la estadística mensual.

Pero, ateniéndonos a esta, el mayor golpe lo sufren, por el momento, los concellos cuyo tejido productivo está muy vinculado a la industria o los servicios. Es el caso, en la provincia de A Coruña, de As Pontes y Padrón, con una caída del empleo que en el caso del primer municipio ronda el 9,5 % y en el segundo, el 6,5 %.

En lo que respecta al municipio pontés, muy agitado en los últimos meses por el anuncio del cierre de la central térmica de Endesa, el mes pasado no se produjo ninguna variación sustancial en esta infraestructura, pendiente ahora de dar con una solución que permita seguir generando electricidad con biocombustible, por lo que no se le podría atribuir un dato que, como en el resto del país, obedece más a la extinción masiva de contratos temporales que las empresas han acometido como un primer cortafuegos, para tratar de aliviar la masa salarial ante la caída de ingresos (ya que los afectados por ERTE siguen computando como trabajadores en activo, puesto que su contrato no está extinguido, sino suspendido).

Cinturones urbanos

De hecho, la situación de As Pontes se replica, aunque con menos intensidad, en otros concellos de las comarcas de Ferrolterra o Eume, como Cabanas, Fene o Narón, donde residen muchos de los trabajadores de la industria de la zona. Y lo mismo ocurre con el cinturón de A Coruña, con fuertes descensos en Culleredo, Arteixo, Cambre o Abegondo, superiores a los que se registran en las grandes ciudades. Y es que los más de 4.900 empleos perdidos en A Coruña ciudad suponen una caída del 3,5 %, cuatro décimas más que en Ferrol y más de un punto por encima de Santiago, donde el mayor peso del empleo público limita el impacto de estos shocks económicos.

En Pontevedra destaca el desplome de la afiliación en Cuntis, que supera el 11 %, mientras que Cambados y Mondariz-Balneario pierden más del 8 % de sus cotizantes. La crisis del coronavirus se nota con especial virulencia en esta provincia en los concellos más orientados al turismo, como Baiona o Sanxenxo, donde la destrucción de empleo supera el 7 %, más del doble de la media de la comunidad. En cifras absolutas, la mayor bolsa de despidos se produjo en Vigo, donde más de 7.000 personas perdieron su empleo el mes pasado (uno de cada veinte cotizantes en la ciudad).

En Ourense, destaca la caída de Pereiro de Aguiar, uno de los grandes polos industriales de la provincia, donde la destrucción de puestos de trabajo supera el 4 % en un mes, aunque es en Ourense ciudad y San Cibrao das Viñas, donde se ubica el gran polígono ourensano, donde más cotizantes se perdieron.

En el caso de Lugo, es A Fonsagrada el municipio donde más ha impactado la crisis del COVID-19, ya que la afiliación retrocede cerca de un 8,8 % en un solo mes, siete puntos más que en la capital provincial, que, tras Pontevedra, es la que mejor resiste de momento el temporal.

La otra cara de la moneda la ofrecen los 34 concellos que en marzo no sufrieron los efectos económicos del coronavirus y consiguieron seguir creando empleo. Aunque la mayoría son ayuntamientos muy pequeños, donde las variaciones no son significativas, en la lista se cuela también Oleiros, que ganó casi medio centenar de cotizantes en marzo.