Abanca pone a un financiero al frente de Pescanova para enderezar los resultados

ECONOMÍA

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Entra de lleno en la gestión del grupo pesquero mientras prepara la llegada del socio industrial

13 abr 2020 . Actualizado a las 20:34 h.

Hace cinco años, poco después de llegar al cargo de consejero delegado, Ignacio González, hizo célebre la comparación de Pescanova con la icónica actriz Sofía Loren, «guapa, pero está mayor». En este tiempo, el grupo pesquero ha dado pasos de gigante en la modernización de su imagen y en la renovación de productos. Sus ventas récord de 1.100 millones en el 2019 lo confirman.

Pero una cosa es la facturación y otra los resultados, que están muy alejados del plan estratégico trazado por el equipo que en estos últimos 5 años ha presidido Jacobo González Robatto.

Las cosas no van como deberían y esa es la principal razón del golpe de timón en el accionariado de Nueva Pescanova, que ha llevado a Abanca a hacerse con el 80,46 % del capital de la pesquera y a colocar en la presidencia del grupo a José María Benavent, un experto en auditoría y control financiero, que a partir de ahora se encargará de enderezar los resultados de la compañía, tras su vuelta al rojo (cerró el 2019 con alrededor de 40 millones de pérdidas, cifra todavía no auditada).

El pasado 27 de marzo Abanca anunciaba la compra del 39,8 % de Nueva Pescanova que estaba en manos de Sabadell y Caixabank. La operación convirtió al banco de Juan Carlos Escotet en el dueño del grupo pesquero, y eso es lo que se escenificó ayer en la junta general de socios en la que quedó constituido el nuevo consejo de administración, con Benavent al frente, y con Ignacio González ratificado en el cargo de consejero delegado.

Un consejo temporal

De Benavent Abanca destaca que «conoce profundamente la empresa y aporta una larga trayectoria en el mundo financiero». Consejero y miembro de la comisión de auditoría, control y finanzas de Nueva Pescanova desde junio de 2019, ha ocupado cargos de responsabilidad en Caixabank, Telco, R-Cable, y Euskaltel, empresa de la que fue director financiero.

Javier Carral (director de participadas de Abanca), Marco Nieto (director de seguimiento de crédito de Abanca) y José Fafián completan el órgano de gobierno corporativo de Nueva Pescanova. Por delante ahora, un reto muy bien definido: «Fortalecer la estructura financiera y comercial de la compañía, y consolidar la empresa como referente del sector a escala mundial», según explicaron fuentes de la compañía, al término de la junta general de socios.

En un comunicado posterior al de Nueva Pescanova, Abanca avanzó algunas claves más de los objetivos de este nuevo equipo de gestión de carácter eventual. Así se refirió al nuevo consejo de administración de cinco miembros (hasta ahora eran 12) como promovido «temporalmente» para «acelerar la toma de decisiones corporativas, financieras y comerciales ante los exigentes retos que afronta la compañía».

En el horizonte, a medio plazo, la entidad de Juan Carlos Escotet se compromete a mantener una participación «significativa» en el accionariado de Nueva Pescanova, al que acabará dando entrada a un socio industrial. Ese nuevo inversor tendrá la misión de «contribuir a desarrollar el proyecto de la compañía a través del aprovechamiento del valor añadido que aporte».

Galleguidad

Aunque no da más información al respecto, fuentes financieras recuerdan que en los planes de Abanca siempre ha figurado la búsqueda de un socio industrial de capital gallego y vinculado al sector pesquero. En todo caso, el banco puso ayer en valor el significado de la toma mayoritaria de la compañía «como la vuelta de la gestión del grupo a Galicia, y específicamente, a Vigo, que permite asegurar que las operaciones y centros de decisión permanezcan en la comunidad».

Un nuevo plan estratégico en marcha hasta el 2023

Nueva Pescanova entra en el cuarto año de su rescate financiero con Abanca al frente, con ventas récord en el 2019 y un plan estratégico (2016-2019) vencido que se ha cumplido solo parcialmente, ya que la facturación no se ha incrementado un 50 %, como preveía el documento, y el ebitda actual de 75 millones, está lejos de los 125 previstos marcados en la estrategia inicial.

Falta por ver lo que deparará este convulso 2020, marcado para la historia por la crisis sanitaria del coronavirus, y por un aumento del consumo de los productos derivados de la pesca, tal como demuestran los picos de demanda registrados en el último mes por la industria de transformación pesquera.

El futuro económico se presenta incierto, y no es fácil prever cómo se va a desarrollar el resto del año, pero el grupo pesquero que ya preside Jose María Benavent ha comenzado a trabajar en un nuevo plan estratégico, para el período 2020-2023 (tal vez el tiempo que se ha marcado Abanca antes de dar paso en la gestión a un nuevo socio industrial), cuyas líneas maestras ya están siendo trazadas por la consultora Boston Consulting Group. Una de las claves de esa nueva estrategia pasaría por planificar nuevas desinversiones en filiales improductivas, para favorecer la generación de recursos invirtiendo en los activos más productivos, y equilibrar las pérdidas.

En todo caso, a la espera de que la compañía audite y apruebe sus cuentas, algo que no ha podido ocurrir todavía debido al parón decretado hasta ayer por el estado de alarma para los sectores no esenciales, lo cierto es que el 2019 se cerró como un mal año para los balances de Nueva Pescanova.

El grupo acabó el ejercicio en pérdidas, a causa de Argentina y China, a pesar del récord de toneladas vendidas. Fuentes de la empresa explican que factores exógenos han influido negativamente «a nosotros y a todo el sector». Entre ellos, una drástica caída del precio del gambón argentino, debido al exceso de oferta de producto al no existir un límite de capturas, pero también a las tasas a la exportación impuestas por Argentina con motivo de la crisis que vive el país.

A ello se suma una menor demanda de gambón y otros productos por parte de China, que este año se ha ralentizado.