Ramón Bóveda: «Tuvimos que tirar pescado y marisco, una gran pérdida, pero lo peor es adelantar y adelantar pagos e impuestos»

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

ECONOMÍA

MARTINA MISER

Casa Bóveda tiene cinco personas en plantilla en situación de ERTE

10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el reloj pudiese cobrar velocidad, Ramón Bóveda no dudaría en situar el calendario en vísperas de un incierto verano: «Esperamos aguantar abril y mayo y que en junio nos dejen trabajar para coger aire, aunque rebajemos salarios y lleguemos a acuerdos hasta que esto se solucione; no sabemos cómo será, pero poder abrir con normalidad en verano sería fundamental».

Casa Bóveda, en Carril (Vilagarcía), es un clásico de la restauración arousana. Un templo de la cocina tradicional y del producto de la ría, siempre fresco y de primera calidad. Eso exige un esfuerzo económico constante, que la pandemia ha golpeado con dureza. «Nosotros tuvimos que tirar pescado y marisco cuyas facturas, sin embargo, tenemos que pagar; fue una pérdida impresionante», reconoce Ramón, quien, no obstante, ve el problema de esta situación en otra parte: «Mientras las grandes empresas se beneficiarán de ayudas y medidas importantes, nosotros tenemos que afrontar el trimestre, la Seguridad Social, el recibo de la luz, y en mi caso, que soy autónomo, también la cuota correspondiente; adelantar, adelantar y adelantar». El hostelero arousano no oculta su enfado: «Si no tienen claro ya todos los errores y las injusticias del régimen de los autónomos, si no aprendemos de esto y los corregimos, es para que los negocios, que damos mucho trabajo, nos pongamos en huelga de una vez». Lo peor, insiste, es una fiscalidad que, al menos hasta ahora, no perdona.

Además del administrador, Casa Bóveda tiene cinco personas en plantilla en situación de ERTE. «No queda otra que tirar de ahorros y negociar un ICO para poder cubrir gastos».