Con termómetro y mascarilla: así regresa la moda gallega a China

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

WU HONG

Inditex y Domínguez abren sus tiendas extremando los controles

10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 23 de marzo, China dio por vencido el virus que ahora se expande por medio mundo y la vida volvió a las calles. Las tiendas han abierto de nuevo al público, pero sin aglomeraciones.

«La recuperación está siendo, por ahora, lenta, contenida y marcada todavía por las medidas de protección sanitaria», explican desde el sector textil gallego, representado por Inditex, que cuenta con 577 establecimientos de las distintas marcas del grupo repartidos por todo el país asiático (11 en Wuhan, el epicentro de la pandemia); y por Adolfo Domínguez, con ocho locales.

Ahora, levantada la alerta también en Wuhan, los establecimientos de ropa gallega vuelven a abrir sus puertas, dentro de una relativa normalidad. «El uso de mascarillas, que estaba extendido ya antes de la pandemia, es casi total, y en la entrada de las tiendas se han establecido controles de temperatura para prevenir contagios y se ha reforzado la desinfección. Todo el que pase de 37 grados de temperatura no puede acceder», afirman fuentes de Adolfo Domínguez, aclarando que se trata de normas oficiales que se encargan de aplicar los responsables de los centros comerciales en los que operan.

La firma de moda reabrió sus ocho locales en el país, todos franquiciadas, el pasado 23 de marzo. Desde entonces, todos ellos operan con los mismo horarios y empleados que antes de la expansión del coronavirus.

«La reactivación comercial está siendo progresiva, por lo que se espera que continúe estabilizándose y aumentando en los próximos meses», aseguran desde el grupo.

Los clientes que pasan de 37 grados de temperatura tienen prohibida la entrada en tienda «Las tiendas están todas abiertas y la recuperación es lenta pero continúa; parece que empieza a ser una realidad en China, pero hay que ser prudentes, es pronto para sacar conclusiones», afirman fuentes de Acotex, la patronal española del comercio textil, que sigue de cerca la apertura comercial en el gigante asiático para hacerse una idea de lo que acabará ocurriendo en España antes o después.

El espejo chino

«China es el único espejo al que mirarse para aventurar cómo será la salida de esta crisis sin precedentes. Y aun así, el reflejo en Occidente no será exacto», apunta la patronal. Recuerda que el país asiático solo confinó a sesenta millones de habitantes, sobre una población de 1.300 millones de personas, los cierres fueron progresivos y todas las tiendas de moda se concentran en centros comerciales, a diferencia de lo que ocurre en España y buena parte de los países de Europa occidental, en donde la tendencia es la vuelta a pie de calle con grandes establecimientos multicanal.

El resultado de estas primeras semanas de apertura está demostrando que el consumo chino se ha retraído. Así lo asegura la consultora Bain & Company en Shanghái. Su chequeo del mercado constata que muchos chinos siguen preocupados por la posibilidad de nuevas infecciones a medida que más personas regresan al trabajo. También, que son reacios a gastar mucho, preocupados por la seguridad laboral y posibles recortes salariales a medida que la economía siga retraída. «Estamos en un momento frágil en el espíritu de los consumidores chinos causado por el miedo y la incertidumbre», concluye la consultora.